Abel Pérez
Zamorano
Cotidianamente oímos loas a la libertad (como
la que ofrece EE. UU. al mundo mediante las armas). La verdadera
libertad es un bien muy preciado, y milenaria ha sido la lucha de la
humanidad por conquistarla. Dejó escrito Cervantes: “La libertad,
Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron
los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la
tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y
debe aventurar la vida”. Pero precisemos, ¿libertad para quién?
¿Libertad para qué? ¿Libertad respecto a qué? Y aclaremos primero
que no hablamos aquí de algo imaginario, o abstracto, sino de un
hecho real, concreto; conque, para ser libres no basta con “decirnos
o creernos libres”.