Brasil
Acosta Peña
El
presidente electo de Estados Unidos (EE. UU.), Donald Trump, declaró
la guerra comercial a China para defender los intereses de los
sectores industriales más poderosos de su país; y con ello ha
desatado un torbellino comercial en el mundo cuyas consecuencias
resultarían demasiado negativas para México. Desde su campaña
electoral delineó su política exterior: “No quiero guerra con
Rusia, pues es una máquina capaz de derrotar a cualquier ejército;
sin embargo, en contraste, quiero guerra comercial y antiinmigrante”.
En su estrategia económica recurrirá a todas sus artimañas de
empresario. Los cánones de la negociación comercial señalan que,
para obtener ventajas sobre el oponente, se debe arrinconarlo; y con
base en amenazas, es lo que precisamente ahora efectúa con México y
otros países.