Salvador
Mateo
Uno
de los problemas que se viene agravando aceleradamente en las zonas
maiceras de la entidad jalisciense, es el establecimiento
descontrolado de plantaciones de agave, berries y aguacate que
utilizan grandes cantidades de agua y agroquímicos, generan graves
problemas de salud y medioambientales. Además de los inocultables
casos de contaminación medioambiental y enfermedades debido a la
exposición a agroquímicos, con la migración de productores de
maíz, por diversos factores, a otros cultivos o incluso haber dejado
inactivas las tierras, en tan solo 2 años, Jalisco (el gigante
agroalimentario) perdió un 30 por ciento su capacidad en siembra de
maíz, según el presidente del Consejo de Desarrollo Agropecuario y
Agroindustrial de Jalisco (CDAAJ), Andrés Canales Leaño.