José Luis Vivar
La
Infancia es un amigo que se va, decía Emmanuel en una vieja canción de
Guadalupe Trigo y Mario Arturo, refiriéndose a que, una vez llegada la juventud,
se deja en el olvido al niño que fuimos. Esto a nadie debe extrañar. Con los
primeros indicios de la pubertad se quiere ser joven para vivir en completa libertad,
tener experiencias de todo tipo, y sobre todo divertirse. Siendo jóvenes el futuro
se ve lejos, demasiado lejos como para pensar en responsabilidades como
personas maduras, y mucho menos para imaginarse en la vejez.