Víctor Hugo Prado
El ciudadano común
está distanciando de la política, ello la ha llevado en parte, a no creer en
los candidatos ni en políticos. Ven a la actividad política como algo ajeno a
la ciudadanía, a las actividades productivas, culturales, educativas, incluso a
las domésticas. Nada más falso que ello. Hay que retomar a Fernando Savater en
su idea de definir la participación de los ciudadanos en la vida pública, que
dice “esa idea de que los políticos son sectarios, olvida que los políticos
somos nosotros, y que los políticos que hay ahora en ejercicio son nuestros
mandados, y que si son malos, manipuladores y corruptos, nosotros tampoco
quedamos en buen lugar y permitimos que manden; no nos ofrecemos como
alternativa para sustituirles”.