Brasil Acosta Peña*
En
los tiempos que corren, nadie duda de que el desarrollo de la
tecnología llegó para quedarse y del importante papel que juega en
la sociedad moderna; sin embargo, al igual que la maquinaria, cuando
nació en el desarrollo del capitalismo, en el siglo xix, en vez de
convertirse en un elemento que atenuara y simplificara el trabajo del
hombre, lo que hizo fue, primero, quitarle las herramientas de la
mano a los trabajadores con lo cual simplificó los procesos,
convirtiendo a los obreros en simples apéndices de la máquina. Con
ello, el capital logró reducir los salarios por dos razones:
primero, porque las actividades debido a la máquina se simplificaron
y ameritaban, por lo tanto, una menor capacitación y, segundo,
porque los trabajadores desplazados por la maquinaria, se
convirtieron en desempleados, pero, al propio tiempo, en un elemento
para presionar a quienes tenían trabajo, pues, con tal de no perder
el puesto que tienen, estaban dispuestos a todo: a los peores
maltratos e, incluso, a recibir un salario miserable, con tal de no
perder su puesto de trabajo.