Ramón Moreno Rodríguez
En fechas recientes leí en una nota periodística la siguiente frase: “no estar tratado el agua”. De momento me extrañó la construcción y me quedé repasándola en la mente. Quizá lo que primero me llamó la atención fue la ausencia de verbo conjugado; se utilizan dos verboides pero se omite, casi deliberadamente, el utilizar un tiempo determinado, luego me di cuenta de que también era un problema el género en el participio (tratado). Como lo podrá observar el lector, son de esos verbos impersonales que tanto se han adjetivado que admiten género y número como cualquier otro adjetivo, cosa que no es natural en los verbos impersonales.