Pedro
Vargas Avalos
Está
por finalizar el año de 2023, el del bicentenario de Jalisco como
Estado Libre y Soberano, y a estas alturas la propensión ciudadana
más que conmemorar esa efeméride, es meditar sobre la sucesión del
gobernador Enrique Alfaro Ramírez, el controvertido mandatario, como
afirmaron varios líderes opositores o simplemente críticos de su
gestión, no pasará a la historia por la refundación que tanto
pregonó, puesto que -afortunadamente- fue pura quimera, sino por los
altos índices de desaparecidos, de inseguridad y de muchas otras
tachas, sobresaliendo entre estas la desatención a los pobladores,
agudos problemas ambientales, la corrupción en muchas áreas
gubernamentales y temas delicados como el saneamiento del río
Santiago, el agua para la Perla Tapatía y la baja cobertura de
salud para los habitantes.