Milton Iván Peralta
En
el mar de tus ojos amanece
y
se hace del azul un verde vivo
que
pone en tu mirada el dogma altivo
donde
mi fe desfallecida, crece.
Tus
ojos,
Elías Nandino
a
Lupe Rivera Marín.
María Guadalupe Marín Preciado (16 de octubre de 1895) fue una mujer que contribuyó a la gloria del muralismo mexicano; además de haberse convertido en parte de la historia del arte universal. “El libre albedrío es su ley, su don es la belleza”, la describe Juan Soriano. Influyó en ser de las primeras mujeres en romper estereotipos, entre la que destaca el de la mujer abnegada y permitirse muchas “libertades”; fue una de las musas de pintores y fotógrafos. Intentó brillar con luz propia a pesar de las sombras que le hacían sus maridos, Diego Rivera y Jorge Cuesta. Musa y escritora, belleza y furia, son algunos de los muchísimos adjetivos con los que podríamos describir a esta polémica mujer, en la cual siempre había dos tonalidades e hizo y obtuvo lo que siempre quiso. Gilberto Owen la describió: