Víctor
Hugo Prado
Sin
duda, que la Cámara de Diputados haya aprobado retirar del
presupuesto a 13 de 14 fideicomisos del Poder Judicial de la
Federación, es una venganza por no ser un poder a modo, por no
someterse a los dictados del presidente. La pauta dada para afectar
el presupuesto se basa en descalificar el funcionamiento del poder
judicial, señalándolo de tener recursos excesivos al servicio solo
de los ministros y en algunos casos de magistrados. El Poder Judicial
que ahora está sometido al golpeteo, no solo presupuestal, no está
a modo porque a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, cabeza del poder judicial llegó la ministra Norma Piña, en
contra de la voluntad del presidente. Fue el propio presidente quien
también acusó de traición a dos ministros de La Corte por ir en
contra de la transformación que él impulsa. Se olvidan que La Corte
está para defender el cumplimiento de la Constitución y no para
atender las órdenes que provienen desde otro Poder.