Pedro
Vargas Avalos
Nuestra
vida está sujeta a las circunstancias del tiempo. Por ello, cada mes tiene
características específicas. Si hablamos de enero, mucho comienza con él, pero
su común denominador es la frase que se utiliza mayormente: la cuesta de enero.
Con esa locución, referimos las dificultades que se deben encarar para salir
bien librado, individual o colectivamente, en esa treintena de días.