Fernando
G. Castolo*
Hombre
bueno, prudente, atento, educado y bromista; proyectaba la personalidad de un
muchacho inocente, no maleado de su entorno bochornoso. Poseía la cualidad de
la palabra certera, a la vez que elocuente, en temas que eran su pasión: el
futbol, la fotografía y la biblia. No, nunca casó, aunque alguna vez nos dimos
cuenta que visitó a una dama en El Platanar. Se vistió para la ocasión y
mantenía la emoción de un adolescente enamorado.