Eduardo Campos Flores
Para
los que no somos expertos en economía, sino simples ciudadanos de a pie sin
tanto esfuerzo hemos llegado a entender de algún modo que el imparable
incremento de los precios, sobre todo de los productos que forman parte de la
canasta básica, es un problema mundial y los gobiernos pueden hacer muy poco
por tratar de detener la inflación. De igual manera que los gobiernos no pueden
cambiar el precio del petróleo, no pueden cambiar repentinamente el precio del
trigo y otras materias primas.