Fernando
G. Castolo
La
leyenda cuenta que el templo de La Merced fue originalmente construido en
agradecimiento por haber salvado la vida un rico hacendado de la región. Se
trata del terrateniente decimonónico don José María Mauricio Dolores de la Alta
Gracia Gómez de Cárdenas y Gómez-Dávalos (propietario de la Hacienda de San
Marcos, muy cerca de Tonila, Jalisco), conocido en el medio social simplemente
como don Mauricio Gómez.