Fernando
G. Castolo*
I
El mes
de junio es el más evocado en prosas y poesías que avivan el entusiasmo por la
vida o invocan la sublime tristeza. Sí, porque junio marca el inicio del
temporal de lluvias, las que al contacto con el suelo hacen nacer los verdes,
en todas sus tonalidades, pintando los cerros y las montañas, las llanuras y
los valles...