Pedro
Vargas Avalos
Un añejo
y generalmente muy acertado refrán, es aquél que dice: “Cae más pronto un
hablador que un cojo”. El reciente caso
del exmandatario de Nuevo León, Jaime Rodríguez (cuyo nombre completo es Jaime
Heliodoro Rodríguez Calderón) encarcelado por diversos ilícitos, es elocuente
prueba de que “cuando el río suena, es que agua lleva”, es decir, el rumor
constante que siempre hubo, antes y después de que fuera ejecutivo estatal
neoleonés, sobre el llamado “Bronco” Jaime Rodríguez, señalándolo como autor de
diversas trapacerías, tenía razón de ser.