Juan
José Ríos Ríos
Sin
querer caer en el papel de necio, llama la atención que en los últimos años,
cuando la naturaleza permite que las cumbres del Parque Nacional Nevado de
Colima se cubran de manto níveo, es decir que le nieva –allá, cada venida de
Obispo, como coloquialmente se dice- más se tarda en ello que se decrete su
cierre total o parcial, se impide el acceso para evitar accidentes o
afectaciones por las condiciones climatológicas que puedan imperar en sus alturas.