Víctor Hugo Prado
Hace un
año y tres meses, la epidemia dejó a alumnos y profesores fuera de las aulas,
sin los apoyos didácticos, sin los muebles que ocupaban los alumnos, acaso en
algunas escuelas se apagaron los videoproyectores con lo que se apoyaba el
trabajo presencial, en esencia, los dejó sin herramientas para enseñar y
aprender. La relación de alumnos y docentes en el aula tuvo que ser
replanteada, al igual que la distribución de los tiempos de trabajo, horarios y
las prácticas a las cuales estaban tan acostumbrados.