El poeta es un
fingidor.
Finge tan
completamente
que hasta finge
que es dolor
el dolor que en
verdad siente.
Fernando Pessoa
Estaba
empeñado en educar la voz. Esta voz pequeña y quizás aguda y frágil. Me había
enamorado de la radio, pero también de la poesía. Y el teatro; el escenario,
digo, me encontró un día en ese insistir de la educación. Entonces estaban
muchas cosas en mi ser. Quería hacer todo y de todo, pero adolecía de todo. Busqué,
entonces, el auxilio, como debe ser.