I El hombre
En la semipenumbra, el corazón rebosante de sangre late en
interminables toques de tambor.
Y es dichoso y es triste el que vive en su isla, el
cuerpo
encantado
de tanto ver. A quien se alude, mira
y extiende los ojos gastados. Carcomida es la lengua en
que se
comunica.
Carcomida es la Historia. Su historia es particular
y clara.
Nadie que lo vea dirá “ese es un hombre”; los que saben
dirán,
si
acaso,
es el fuego de la sangre que hierve en un cuerpo de fina piel.