Fernando G. Castolo
Caminé
sin rumbo por caminos sinuosos. Vagué y me cansé. Finalmente me estacioné aquí,
donde todo empezó… Y de aquí recogí mi maltrecha humanidad y le di forma. En
los orígenes está la respuesta de lo que buscamos sin cesar, pero la
experiencia que tomamos durante el trayecto logra agudizar el temple de lo que
somos, hasta darle un halo trascendente. En ese sentido, reencontré muchas
respuestas después de divagar por diversas lecturas que, en conjunto, me invitaron
a la relectura y, entonces, todo adquirió una lógica más congruente, aunque
persisten lagunas que, declaro, se deban a mi nimia dimensión dentro del campo
literario.