Samuel Gómez Patiño
En la entrada de una universidad en Sudáfrica
está el siguiente mensaje, para reflexión de los estudiantes:
“Para destruir una nación no se requiere de bombas atómicas o misiles
de largo alcance. Solo se necesita bajar el nivel de educación y permitir que
se copie en los exámenes”.
Pacientes
mueren en manos de tales doctores.
Edificios
colapsan en manos de tales ingenieros.
Dinero
es perdido en manos de tales economistas y contadores.
Humanismo
muere en manos de tales religiosos.
La
justicia muere en manos de tales jueces.
“El
colapso de la educación es el colapso de la nación”.