(Primera parte)
Hace algún tiempo un amigo cineasta
me propuso escribir una serie de guiones para llevarlos a su realización como
cortos para internet; le presenté el proyecto y quedamos de acuerdo y
complacidos; sin embargo, la producción nunca se realizó y yo, obsesivo como
soy —y fascinado ya con la historia—, seguí con la escritura hasta completar la
primera temporada. Hace tres días acabo de recibir la notificación de los
derechos de autor, y les comparto a los lectores el primer capítulo, que
convine (al leer el conjunto) en que se había convertido en una novela corta