Pbro.
J. Alfredo Monreal Sotelo
Después
de 75 días de asedio, el 13 de agosto de 1521, caía en manos de los españoles
la ciudad capital Tenochtitlan, defendida con heroísmo y valentía por sus
pobladores. Esto significó para los indígenas mexicanos pasar a la condición de
vencidos y ser entregados en encomienda a quienes ahora se convertían en los
nuevos dueños de estas tierras. La conquista fue dolorosa para el indígena,
pues se transformó la cultura en todas las dimensiones y eso le exigió
adaptación. En pocos años se redujo la población de manera impresionante por la
guerra y las enfermedades, el exceso de trabajo y la tristeza. Es en este
contexto en el cual aparece la figura solidaria de Santa María de Guadalupe.