Salvador
Mateo
El pueblo de México no debe perder vista que la
verdadera naturaleza del imperialismo, encabezado por Estados Unidos,
es saquear los recursos de las naciones pobres para seguir acumulando
riqueza en manos de unos cuantos potentados de los países ricos, sea
mediante guerras de conquista, amenazas de intervención militar o
guerras económicas.
Amparados en gobiernos sumisos que solo
les interesa compartir el poder con los poderosos, como el caso de la
clase política de la Cuarta Transformación, los imperialistas
siembran hambre y pobreza extrema. Por eso en México hay alrededor
de diez millones de mexicanos viven privados prácticamente de todo
desde empleo, vivienda, educación, salud, incluida la alimentación
básica.
Por eso no debe sorprendernos el hecho de que, ante
las amenazas de Donald Trump, su homóloga mexicana, Claudia
Sheinbaum, esté llamando a mantener la calma, apostando por
transmitir cautela, “cabeza fría”, a la espera de una
declaración más sólida e institucional.
Tampoco debe ser
sorpresa alguna, la explicación de la mandataria mexicana, que su
equipo no sabía nada sobre las intenciones del republicano y que las
descubrieron por la prensa, como el resto de los mexicanos. Con esto
se demuestra que lo que busca es navegar lo mejor posible ante la
turbulencia y dejar a su suerte a los afectados por las amenazas de
Trump.
No hay sorpresas. El endurecimiento de las medidas
contra la inmigración y la ejecución de una de las operaciones de
deportación más grandes de la historia de Estados Unidos, fueron
parte de los compromisos de campaña del presidente Donald Trump,
mismas que fueron dadas a conocer oportunamente por la prensa
internacional y escasos días de haber asumido el cargo estas
promesas las está cumpliendo.
La presidenta Claudia Sheinbaum
informó que el gobierno de México ha recibido a 13.455 personas
deportadas desde que comenzó el 20 de enero el nuevo gobierno
norteamericano, incluyendo a 2.970 extranjeros.
Las
deportaciones masivas prometidas por Trump, ha encendido las alarmas
en nuestro país, porque los mexicanos son cerca de la mitad de los
once millones de indocumentados en Estados Unidos y sus remesas
representan casi el 4 % del Producto Interior Bruto (PIB) de México,
que en 2024 recibió un récord de casi 65.000 millones de dólares.
Donald
Trump también prometió que firmaría una orden ejecutiva para
implementar un arancel del 25% a los productos importados de México
y Canadá, dos de los mayores socios comerciales de Estados Unidos.
El presidente estadounidense estuvo a punto de imponer el gravamen a
todos los productos mexicanos y canadienses el pasado 1 de
febrero.
La imposición arancelaria del 25% de Trump, se detuvo
a última hora tras una conversación telefónica con la presidenta
Sheinbaum. Poco después, el gobierno de México envío 10.000
militares para blindar la frontera para apaciguar al republicano,
como ya lo hizo el mentor de la mandataria mexicana, Andrés Manuel
López Obrador. Lo único que ganó fue un mes de pausa, que vence el
próximo 4 de marzo, aunque mantiene la confianza en que la pausa
será permanente.
Por el momento la incertidumbre comercial
está sacudiendo al país. el sector electrónico y agropecuario de
Jalisco son los sectores más vulnerables ante la tentativa de
aranceles. Al tercer trimestre de 2024, según datos del Inegi, la
entidad exportó 9.9% del total nacional en productos agrícolas,
ubicándose en el tercer lugar nacional en este rubro, solamente
superado por Michoacán, con 28..9 por ciento, y Baja California, con
10.7 por ciento.
El efecto inmediato para los consumidores es
la inflación, tanto para estadunidenses como mexicanos, “es decir,
se encarecen nuestras importaciones y ese encarecimiento de las
importaciones elevará nuestros costos de producción generando más
inflación”.
Jalisco es líder nacional en el empleo generado
por el sector agroalimentario. De acuerdo con el Servicio de
Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) al cierre del cuarto
trimestre de 2022, el estado jalisciense tenía 657 mil personas
registradas, contra 572 mil de Michoacán. Es decir, la guerra
arancelaria de Trump traerá desempleo.
Pero no es todo. Los
vuelos militares en la frontera sur de Estados Unidos, es decir, a
las puertas mismas de México, es una de las espadas que está
colgada sobre México, la injerencia de tropas o agentes
estadounidense en nuestro territorio, una posibilidad que parecía
cerrada en años anteriores. Sin embargo, no alarman ni le preocupan
a la presidenta Claudia Sheinbaum.
Los mexicanos que amamos a
nuestra patria, debemos tomar muy en serio el peligro que se cierne
sobre nosotros y tenemos que rechazar enérgicamente los intentos de
la Cuarta Transformación de adormecer al pueblo trabajador con sus
discursos tranquilizantes. Lo peor de las amenazas de Trump, está
por venir.
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