Hay acción y más acción. “La fe sin obras es fe muerta”… Ser
útiles es nuestro único propósito.
Ya sé que el servicio es
una parte vital de la recuperación, pero frecuentemente me pregunto,
“¿qué puedo hacer yo?” ¡Simplemente empezar con lo que tengo
hoy! Miro a mi alrededor para ver dónde hay una necesidad. ¿Están
llenos los ceniceros? ¿Tengo yo pies y manos para vaciarlos y
limpiarlos? ¡De repente me veo participando!
El mejor orador
puede hacer el peor café; el miembro que es mejor con los recién
llegados puede que no sepa leer; el que esté deseoso de hacer la
limpieza puede que haga un desbarajuste con la cuenta del banco —
sin embargo, cada una de estas personas y de estos oficios son
esenciales para un grupo activo.
El milagro del servicio es
éste: Cuando yo uso lo que tengo, me encuentro provisto de más de
lo que nunca hubiera podido sospechar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario