Pedro Vargas Avalos
No se puede decir que fue un enfrentamiento de tribunales o
juzgadores, pero para muchos observadores de eso se trató. Todo con
motivo de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJ o
SCJN), al conocer de la controversia que se presentó con motivo de
las suspensiones concedidas dentro de diversos juicios de amparo por
jueces y juezas de distrito en contra de la implementación de la
Reforma Judicial, en su sesión plenaria del 13 del corriente
febrero, prácticamente hizo a un lado sus resiliencias al tema, y en
especie de solución salomónica, sin pronunciarse palmariamente,
dejó claro que ni los jueces de distrito deben andar metiéndose en
temas que nos les corresponden, ni el Tribunal Federal Electoral
(TRIFE) tiene facultades para que sus resoluciones puedan invalidar
órdenes de suspensión en juicios de amparo.
Poco antes de
tratar el tema central, definieron los ministros de la Corte, que los
cuatro miembros de ella impugnados por el TRIFE el pasado lunes 10,
para que se excusaran de votar un proyecto relacionado con la
elección de junio próximo, no deberían ser excluidos, pues ellos
mismos alegaron que no se consideraban en tal tesitura: Jorge Mario
Pardo Rebolledo, se confesó purísimo de toda inclinación anti
reforma judicial pues, aseguró, a lo más que llegó fue acudir a un
paro para saludar a muchos compañeros que se encontraban acampados
en protesta contra la susodicha Reforma y les deseó suerte,
mostrándoles sus simpatías. Eso para el togado, no es tener
inclinación. El más peripatético fue Javier Laynez Potisek, quien
amante de la comunicación, cada que pudo anduvo de entrevista en
entrevista en los medios y con los comentócratas más críticos de
la Cuarta Transformación (4T) para desvirtuarla, y sin embargo
ahora, imitando al gran Cantinflas atinó a decir que como se trata
de que no vaya a quedar sin quorum la Corte, él no debía dejar de
estar presente. El otro de los ministros señalados por el TRIFE de
parcialidad porque ya se habían pronunciado contra las elecciones y
reformas judiciales, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, resulta que era
el ponente del tema central que se discutiría; pero además
recordemos que este personaje insípido, es quien en un paseo por
Harvard, hizo reír a sus oyentes al mofarse de la reforma
constitucional auspiciada por la 4T. Finalmente la presidenta Norma
Piña Hernández, quien alegó que no se trataba de decidir un tema
constitucional sino si el TRIFE debía acatar los amparos contra la
elección, de allí que no se consideraba inhabilitada y no se
excusaba. El tema se puso a votación, y por mayoría de seis votos,
las y los ministros consideraron improcedente la solicitud del TRIFE,
que pretendía se declarara estar impedidos para discutir y votar el
proyecto, los ministros citados.
Los dos casos antedichos
fueron interpretados como se les dio su gana por los simpatizadores
del feneciente actual poder judicial, los cuales vieron los dos
desenlaces como derrotas del TRIFE y por su parte, los sostenedores
de la Constitución Federal y partidarios de la elección de
juzgadores, quienes ponderaron un triunfo, admitiendo que en el caso
de las impugnaciones para que 4 ministros no participaran en la
discusión del asunto central, saldrían sin ser escuchados
favorablemente, y por tanto recibiendo un revés, pero en el fondo,
resultaban vencedores pues como lo comunicó el mismo TRIFE: este
organismo “es la máxima autoridad en materia electoral y así fue
reconocido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación” al
confirmar “que el amparo no procede en materia electoral, tal como
ha sostenido este órgano jurisdiccional.” Y siguió el comunicado
explicando: “Cabe destacar que las sentencias del TRIFE son
definitivas e inatacables, por lo que el proceso electoral en ningún
momento ha sido suspendido y se mantendrá como está previsto en la
Constitución.” Para rematar contundente:” Es necesario señalar
que la SCJN ordenó a los jueces de distrito corregir sus propias
sentencias, tomando en cuenta lo razonado en la sesión de su pleno;
es decir, que las suspensiones no proceden en materia electoral”.
(TRIFE, Comunicado, 13-II-2025).
Los comentócratas rabiosos
reaccionaron diciendo: Ganó la imposición y los desacatos. Perdió
el Estado de derecho. “La SCJN ya no resistió. Dio 24 horas para
revocar las suspensiones que jueces de amparo concedieron para frenar
la elección de juzgadores. El oficialismo tiene vía libre para
asumir el control de los tres Poderes de la Unión. El Judicial fue
el único poder que actuó con autonomía frente al Ejecutivo desde
la elección de Norma Piña como presidenta de la SCJN”. (Francisco
Garfias, Arsenal, Excelsior, 14-02-2025). Otro escribidor rabioso,
Carlos Marín, afirma que “una de las patrañas cacareadas por el
oficialismo es que la reforma del obradorato al Poder Judicial se
limita al ámbito electoral, pues los cambios constitucionales que
aprobaron sus antidemocráticas mayorías legislativas afectan otros
derechos elementales tan importantes o más que el político de votar
y ser votado.” Y luego lanza ponzoña al TRIFE, Morena, y
solidarios, en tanto que prodiga halagos a los ministros seguidores
de Norma Piña y desde luego a ésta. (Milenio, II-14-025). El efecto
tocó a los jueces y magistrados que durante 4 meses sostenían una
“anti mañanera” para tratar de impedir la elección judicial:
“Con esto, argumentaron, la SCJN dejó camino
libre a la elección de juzgadores.” Y capitularon acabando con
tales sesiones. (mag. Juan José Olvera,14/febrero/ 2025-El Sol de
Méx.).
En los otros medios se lucieron como siempre, Ciro
Gómez Leyva, llamando al senador Gerardo Fernández Noroña el
“senador sol” en parangón al rey sol de Francia, y afirmando, -
radiofónicamente- que triunfó el desacato y no el derecho. Luego
culminó, ahora por escrito en una colaboración que intitula “Al
final Noroña tuvo razón” que el senador declaró ufano “la
elección se hará sin importar lo que diga La Corte, porque en lo
decisivo de este capítulo de la historia de México, La Corte fue
intrascendente.” (Excelsior, 14-feb.25). Culminando el tema, la
presidenta Norma Piña, declaró a un periodista crítico de la 4T,
que la resolución aun no está cabal porque el ponente - Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena- se llevó las observaciones de los demás
ministros para presentar una resolución final que precise cuándo un
asunto es materia electoral o cuando se trata de auténtica
protección de algún derecho humano que si puede ser amparado; en
pocas palabras, según la señora Piña, pudiera haber alguna
sorpresa. Empero, los periodistas y comentaristas, ya se rasgaron las
vestiduras de túnica fina, atenidos porque son de vela y cera, “lo
demás Dios lo dirá”.
En fin, desde Héctor Aguilar Camín,
el intelectual que necesita ser apapachado, hasta la rejega panista
Kenia López Rabadán, obsesionada como el 99 por ciento de
blanquiazules y adláteres contra lo que huela a 4T, sostienen que
todo este asunto de la elección de juzgadores será finalmente
aprovechado por Donald Trump para actuar contra México, como si el
furibundo mandamás gringo ocupara nada para actuar como siempre lo
hace, por sus pistolas, su ambición y su petulancia.
La prensa
del día siguiente -día de San Valentín, símbolo del amor y la
amistad- fue muy explícita: “Claudica oposición en la Corte y
abre paso a la elección judicial” (Milenio). Por su parte La
Jornada, más explicativa, a grandes letras dice: “Terminó la
guerra judicial; la Reforma va, ordena la Corte”. En el cintillo,
complementa: “Instruye a jueces de distrito revocar suspensiones”.
El Heraldo de México, particulariza su nota principal: “Revoca
Amparos. Quita Corte trabas a la Reforma Judicial” explicando que
en 24 horas los jueces que dictaron suspensiones deberán
revocarlas”. En los demás periódicos editados en la capital
azteca, unos más otros menos, dan la noticia con cierta
notoriedad.
En nuestra ciudad tapatía, nuestros diarios no
consideraron fuese de tanta importancia el impasse de la Corte al
TRIFE, así es que, para El Informador, el centro de la ciudad y sus
festejos del 483 aniversario, resultaron más trascendentes, por lo
que el tema se fue a otro lado. En el Mural, pasó similar manejo del
hecho. Solo Milenio-Jalisco, repitiendo a su matriz, trató el
asunto. Creyeron que a los jaliscienses no nos interesa tanto el
proceso de elegir juzgadores, lo cual como quiera que sea lo tenemos
enfrente, aparte de estar ya involucrados en la adaptación de la
Constitución y sus modificaciones, a la Carta Política local,
misión que el gobernador le encargó al avezado político y notario,
Arturo Zamora Jiménez, quien tiene enorme tarea, pero posee
facultades de sobra para salir avante.
Precisamente, en esta
urbe de occidente acudió el mencionado abogado tapatío, a un evento
que organizó el líder obrero Juan Huerta; la oradora fue la
ministra de la Corte y presidenta de la primera Sala, Loretta Ortiz
Ahlf, quien con claridad lanzó el reto a los ciudadanos: “Si
tenemos capacidad de elegir a nuestros presidentes, gobernadores,
legisladores y presidentes municipales, ¿qué no la tendríamos para
elegir jueces?”. Y terminó su conferencia aseverando que “Esta
reforma es de gran trascendencia y calado, lo que busca es hacer
justicia que demanda la ciudadanía”. Y esta justicia implica que
los ciudadanos sientan tener garantizado el acceso a ella; que tan
vital servicio ya no será denegado por la tardanza en administrarla,
y cuando se busque saber el juez que resolverá su asunto, resulte
una persona capaz a quien le puedan tener confianza, y no como ahora,
que el justiciable no conoce origen ni rostro, e ignora las funciones
que realiza, ese juez que resolverá su caso, lo cual lógicamente
ocasiona irritante suspicacia.
Así pues quedó con claridad
asentado: 1:El TRIFE es la última instancia en materia electoral;
2:el amparo no procede en materia electoral; 3:las sentencias del
TRIFE son definitivas e inatacables; 4:los procesos electorales no
pueden suspenderse con un amparo; 5: la SCJ conoce solo de acciones
de inconstitucionalidad en materia de leyes electorales; 6:no existe
disputa competencial con autoridades jurisdiccionales; 7: todo
proceso electoral se integra por etapas, iniciadas no puede
suspenderse, porque rige la definitividad; 8: el TRIFE no está
subordinado a ninguna autoridad jurisdiccional; 9:su competencia y
facultades está fija en la Constitución, y 10: el sistema electoral
mexicano avala comicios libres y el TRIFE, “no gana, garantiza que
se cumpla la ley". (Mónica Soto, el decálogo del TRIFE, con
Joaquín López Dóriga, 13-II-2025.)
Nuestra Ley Suprema en su
artículo 17, establece que: “Toda persona tiene derecho a que se
le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para
impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo
sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio
será gratuito”. Tan excelente planteamiento de la impartición de
la justicia mexicana ha sido un ideal no alcanzado. Ahora, la
integración del nuevo poder judicial habrá de subsanar, es el
proyecto, todas las fallas que impiden sea realidad tan elevado
principio constitucional.
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