Fernando
G. Castolo*
Después de este episodio decimonónico un halo en el ambiente se apoderó de una baja en la escala que se había experimentando. Claro, en parte, por los acontecimientos sociales que pusieron en zozobra a la nación, como fue la Revolución y la Cristiada.
Después, un interesante respiro vendría a entusiasmar a hombres y mujeres que tomaron papel y pluma y publicaron su inspirada escritura en foros periodísticos de la época. La hemos llamado la "Generación del 30". La cultura en la ciudad nunca perdió su estatura, solamente que no había los elementos propicios para liberarla.
Entonces, aparecen publicando en las páginas de un medio periodístico "liberal", llamado el Plus Ultra, mujeres de las que ningún investigador se ha ocupado. La excepción sería la zapotlense (entonces radicada en Europa) María Cristina Pérez Vizcaíno, cuyo rescate a su vida y obra se la debemos al Maestro Vicente Preciado Zacarías.
Las mujeres de la "Generación del 30", por desgracia, siguen en el anonimato. Entre ellas se encuentra Friné Esperanza Castillo Villanueva, dama de la aristocracia local, cuyo padre fue un destacado médico y escritor, y fundador de la Biblioteca Pública Municipal, don Crescencio Castillo Silva, del que seguramente heredó el gusto por la lectura y, por consiguiente, de la escritura.
Otra más fue María Esther de la Torre Preciado, dama que también perteneció al espectro distinguido de la sociedad local; su hermano Luis, por ejemplo, está considerado "hijo ilustre" por ser pionero de la aviación.
Y, finalmente, también tenemos a Esperanza Valdovinos Rodríguez que, aunque no es zapotlense sino nativa de la vecina Sayula, en Ciudad Guzmán generó sus aportaciones a las letras; más tarde casaría con el intelectual José Manuel Ponce Segura y, a su lado, se convertirá en musa inspiradora para varios artistas locales.
Ellas son tres ejemplos muy notables del ejercicio de escritura de las mujeres de esta "Generación del 30", y bien valdría la pena un profundo estudio doctoral sobre sus contenidos y sus formas estéticas en una época en que resultaba difícil escuchar sus voces.
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