Ira, rabia y xenofobia contra migrantes

 

Víctor Hugo Prado

Los migrantes de nuestro país y de los diferentes países viven la situación más crítica jamás experimentada en los Estados Unidos, ante la llegada de Donald Trump a la presidencia y la aplicación de las medidas antiinmigrantes en las que se expresan la ira, la rabia y la xenofobia de él y su base electoral estadunidense.

El fenómeno de la migración es algo muy complejo. Hay razones como la desigualdad, la pobreza, la marginación, el desplazamiento político y la incursión bandas criminales en sus territorios que los obligaron a salir de su país. Quienes se fueron fue porque no tenían cabida en el país. No arriaron a Estados Unidos a pasear, a hacer compras, sino a buscar mejores oportunidades de vida, a buscar el ingreso para enviar a sus familias que México o sus países de origen no les proveyeron.

Fueron a trabajar, a construir, a pintar, limpiar, ordenar, a embellecer a su nación. Pero también muchos fueron a poner al servicio de los Estados Unidos su inteligencia, sus conocimientos en empresas de clase mundial. Me tocó conocer a varios en una visita el año pasado donde con un grupo de estudiantes recorrimos empresas como Google, Oracle o Boing. Ahí había latinos que llegaron como inmigrantes, con altas responsabilidades en sus organizaciones.

Las deportaciones están en el orden del día, buscando en oficinas de trámites migratorios, con quienes tenían una cita agendada, buscando en fábricas, granjas, escuelas, barrios. Las deportaciones llegan con la crudeza jamás imaginable, se van dejando pertenencias, posesiones, recuerdos, anhelos y esperanzas. Con una mano adelante y otra atrás. Lo más grave es salir con niños que probablemente nacieron allá o pudieron llegar muy pequeños, con un pobre dominio del español, desarraigados de una cultura que la tiene en su herencia, pero que no es del toda suya.

Muchos regresarán acechados por el crimen organizado para reclutarlos. A lo que podrán ceder por voluntad o mediante ingreso forzado. Al final será una alternativa de más ingreso que los dos mil pesos al mes que promete el gobierno mexicano.

Las acciones antiinmigrantes además se recrudecen para quienes se solidarizan con la causa de los migrantes, como la orden ejecutiva “Reevaluando y realineando la ayuda internacional de Estados Unidos”, firmada por Donald Trump el lunes 20 de enero, con la que se frena todo el financiamiento de cooperación internacional a cientos de organizaciones y proyectos alrededor del mundo, de organizaciones y medios de comunicación que entre otras causas apoyan la migrante.

Sin duda harán falta algo más que albergues, que apoyos sociales, que la absurda inscripción al SAT. Las acciones deberán ser integrales: generación de empleo en sus comunidades, acceso a la salud y la educación, acompañamiento como emprendedores en una alianza, gobierno, empresarios y trabajadores y lo que sigue.