Salvador Mateo
En este 2025, ya es una realidad la turbulencia
económica que fue alertada por expertos a escasos días de finalizar
el 2024. Además de los buenos deseos de año nuevo, los mexicanos
también recibimos la noticia de un incremento en el precio de las
gasolinas.
Debido al aumento de la gasolina y el gas, así como
al descenso de temperaturas, la cuesta de enero arranca para el
pueblo de Jalisco con el encarecimiento de la tortilla, verduras e
incluso los productos de la canasta básica.
El investigador
del Centro Universitario de Ciencias Económicas y Administrativas
(Cucea) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Héctor Iván del
Toro, señala que el aumento de 12 % al salario mínimo para este año
quedó pulverizado con la inflación.
A partir del primero de
enero del 2025 se tuvo un incremento salarial del 12 %, es decir, 8
mil 364 pesos de manera mensual, lo que representa 278 pesos con 80
centavos. Sin embargo, con las condiciones inflacionarias de hoy en
día, se pierden 401 pesos con 48 centavos, única y exclusivamente
por la inflación.
Los académicos de la UdeG aseveran que la
inflación en alimentos y productos del campo pega de manera severa a
la población de más escasos recursos, que son los que más destinan
ingresos para poder adquirir alimentos, y en estos casos, la
inflación se ha sentido mucho más.
El año pasado, la
inflación en el grupo de alimentos terminó en cerca del 18 %, muy
diferente al 4.5 % que pronosticó el gobierno federal. Por ello, en
este 2025, aquellas personas de escasos recursos se van a enfrentar a
una situación complicada en materia de precios, porque realmente se
puede visualizar que casi toda la gama de productos en la canasta
básica, prácticamente los 123 monitoreados por la UdeG, han
incrementado.
Ahora bien, todos sabemos que la economía de
nuestro país se rige bajo las leyes del mercado. La inflación o
alza de los precios se producen por un desequilibrio entre la
cantidad de dinero que circula en manos de los compradores, el cual
es llamado por los economistas como demanda efectiva o solvente, y la
cantidad de mercancías que se ofrecen en el mercado. O sea, el
causante de todos los males que sufre el sector más vulnerable de la
población es el capitalismo.
Tanto el expresidente Andrés
Manuel López Obrador como la actual presidenta, Claudia Sheinbaum
Pardo, no se cansan de repetir que han enterrado para siempre el
neoliberalismo, la expresión más brutal del capitalismo, pero no
queda otra alternativa más que seguir desenmascarando a la Cuarta
Transformación, ya que con sus engaños impiden que el pueblo
trabajador cobre conciencia de su situación y se apresten a
emprender acciones para transformar la realidad.
En efecto:
mientras el pueblo de México, después de finalizar el 2024,
festejaba la llegada del año nuevo, la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público (SHCP) hizo un ajuste al Impuesto Especial sobre
Producción y Servicios (IEPS), que se reflejó en aumentos de
precios a partir del primer día de enero de este 2025. Este
incremento afectó a productos como combustibles, tabacos, bebidas
azucaradas y alcohólicas, dulces y, sobre todo, los alimentos.
Y
aunque la presidenta, al igual que su antecesor y mentor, haya
asegurado en una de sus conferencias matutinas que la Cuarta
Transformación cumple con su compromiso de no elevar el precio de
las gasolinas, en la realidad, los combustibles fueron los más
afectados por el ajuste al IEPS.
Cabe mencionar que el IEPS fue
aprobado en 1980 y es un impuesto que grava la importación y venta
de ciertos bienes y servicios, con el objetivo de aumentar los
ingresos fiscales y regular sectores relacionados con productos
considerados perjudiciales para la salud, como tabacos, refrescos y
alcohol.
Sin embargo, el reciente ajuste al IEPS provocó un
impacto directo en la economía de las familias mexicanas, ya que
encarece productos de uso diario y consumo habitual.
Asimismo,
los recortes al gasto público propuestos por el gobierno federal
para el presente año profundizan las desigualdades en materia de
salud, educación y seguridad pública.
El Centro de
Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) alertó que el
gasto en salud tiene un recorte de 113 mil 582.9 millones de pesos,
una reducción de 11 % en términos reales respecto al presupuesto
autorizado de 2024. Con esto último nadie puede dudar que el 2025
será un año de turbulencia para los sectores vulnerables.
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