El Volcán/GDL
El Ayuntamiento de Guadalajara enfrenta una intensa discusión en torno a la propuesta impulsada por la Presidenta emecista Verónica Delgadillo para adquirir deuda por la supuesta compra de 160 camiones recolectores de basura a través de un endeudamiento de $300 millones de pesos. Pero ha encontrado fuerte oposición, particularmente de la fracción de Morena, liderada por el regidor Chema Martínez.
"UN MODELO DESATINADO Y UN NEGOCIO A COSTA DE LOS CIUDADANOS", DIJO CHEMA MARTÍNEZ
El morenista denunció
que la propuesta carece de una planeación adecuada y representa una
carga innecesaria para los tapatíos. Según el regidor, la
administración actual intenta justificar este endeudamiento tras el
colapso de un acuerdo previo con una empresa de arrendamiento,
dejando en evidencia una presunta falta de transparencia.
“El pueblo no es
tonto. No vamos a caer en el juego de si estamos con caabsa o en
contra de caabsa”, declaró, refiriéndose a la concesión privada
que anteriormente manejaba la recolección de basura en Guadalajara.
“Este gobierno de simulación está endeudando más al municipio,
llevándonos a más de $2,000 millones de pesos de deuda acumulada”.
Martínez destacó que
esta falta de planeación afecta principalmente a las zonas más
vulnerables de la ciudad, como Miravalle, Santa Cecilia y Balcones.
“No se trata del servicio de basura; se trata de negocios privados
frustrados que hoy intentan replantar a costa del bolsillo de los
tapatíos”, concluyó.
Durante la discusión
en el cabildo, Martínez destacó que el endeudamiento, supuestamente
justificado para cubrir remanentes y programas operativos de
organismos públicos descentralizados (OPDs), revela un manejo poco
claro de los recursos. Según el regidor, las justificaciones
presentadas son una muestra de la improvisación y la falta de
planeación que caracterizan a esta administración.
“El síndico
municipal dice que preferimos ser ineficientes antes que eficaces
para evitar problemas con la auditoría. Esto refleja un gobierno que
no tiene visión de ciudad, no tiene capacidad de ejercicio y no es
eficiente en su administración. Esto es grave para las tapatías y
los tapatíos”, afirmó Martínez.
Martínez también
criticó lo que considera un manejo discrecional de los recursos
públicos, donde los remanentes de los OPDs son retirados
arbitrariamente para ser redirigidos sin una planeación clara. Esto,
según el regidor, no solo va en contra de la disciplina financiera
establecida por la federación y el estado de Jalisco, sino que
además abre la puerta a posibles irregularidades.
“El discurso oficial
distorsiona la realidad al justificar recortes bajo el pretexto de
ajustes financieros, pero la verdad es que esto termina siendo una
estrategia para que los recursos sean manejados discrecionalmente por
el tesorero. Es una simulación que afecta directamente a los
servicios y expectativas de los ciudadanos”, enfatizó.
El regidor señaló que
estas decisiones afectan principalmente a las familias tapatías,
quienes confían en que el gobierno utilice los recursos para mejorar
las condiciones de vida en la ciudad. “Este gobierno, en lugar de
solucionar los problemas, genera más incertidumbre al priorizar
intereses particulares sobre el bienestar colectivo. Las tapatías y
los tapatíos no merecen esto”, concluyó.
La deuda propuesta por
el Ayuntamiento de Guadalajara, sumada a las críticas sobre la falta
de transparencia y eficiencia en el manejo de recursos, refleja un
problema mayor en la gestión municipal. Mientras las discusiones en
el cabildo continúan, la ciudadanía espera que el gobierno actúe
con responsabilidad y priorice soluciones que garanticen estabilidad
financiera y beneficios reales para la población.
La postura de Chema
Martínez resalta la urgencia de replantear las políticas públicas
en Guadalajara, buscando mayor claridad y compromiso para enfrentar
los retos que enfrenta la ciudad.
“Claro que queremos hacernos cargo de nuestra basura, pero con una planeación real”, expresó. Fernández también destacó que existen convenios incumplidos, como la planta de transferencia acordada con Tonalá, lo que agrava la crisis de residuos en la ciudad.
JUAN ALBERTO SALINAS: "UN NEGOCIO DISFRAZADO DE SOLUCIÓN"
El regidor Juan Alberto
Salinas sumó su voz a las críticas, calificando el arrendamiento y
posterior propuesta de compra de camiones como una simulación. Acusó
al gobierno municipal de manejar cifras irregulares y priorizar
intereses privados sobre soluciones estructurales. “Mientras otros
municipios avanzan, Guadalajara sigue atrapado en negocios que
afectan directamente a los ciudadanos”, afirmó.
La gestión de residuos en Guadalajara ha sido objeto de controversias durante años, marcada por concesiones privadas cuestionadas y falta de infraestructura adecuada. La adquisición de camiones propios se advierte que la propuesta actual pone en riesgo la estabilidad financiera del municipio sin garantizar una solución sostenible.
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