Fernando G. Castolo
Leí un artículo, maravilloso por cierto, firmado por Armando Fuentes Aguirre, en el que asevera que la emblemática Catedral de Notre Dame la hizo el escritor Víctor Hugo, con su fantástica novela inspirada en torno a este monumento universal. Así también visualizo el nacimiento de Zapotlán el Grande a la universalidad, cuya obra fundacional se la debemos a Juan José Arreola con su libro "La feria".
Como reflexiona Fuentes Aguirre, los edificios como las ciudades no son las piedras que las edificaron, en realidad somos nosotros, en nuestra humilde cotidianidad, quienes le damos vida y trascendencia a los espacios que saltan a esa dimensión universal por sus particulares peculiaridades que les dan ese sentido de significación y dignificación a las geografías e inmuebles que son un referente obligado en el imaginario mundial. Esa es la magia de las letras que logran conmover espíritus que se identifican con esos ambientes de identidad local y que, además, son inspiracionales.
Zapotlán el Grande nació el 5 de noviembre de 1963, cuando "La feria" sale de las imprentas de la editorial Joaquín Mortiz.
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