Salvador
Mateo
Debido al aumento exponencial de casos de
dengue en Jalisco, hace algunas semanas, la Secretaría de Salud del
estado (SSJ) activó una Alerta Estatal de Dengue cuyo objetivo es
hacer un llamado alertando a la población para intensificar los
esfuerzos y las acciones de prevención y control del mosquito Aedes
aegypti que es el transmisor de esta enfermedad viral, que puede
llevar a hospitalizaciones e incluso a riesgo de morir.
De
acuerdo con datos de las autoridades sanitarias, durante la semana
epidemiológica 46, que abarca del 10 al 16 de noviembre, se
reportaron 5 mil 621 nuevos casos probables de dengue en Jalisco y se
confirmaron mil 222 casos, con este incremento suman 17 mil 170 casos
de dengue y 26 fallecimientos por la enfermedad y el Estado sigue
ocupando el primer lugar en contagiados en el país, rompiendo el
récord de contagios en tan solo un año.
El Área
Metropolitana de Guadalajara (AMG) cuenta con varios casos activos de
dengue. Entre la población, la opinión es que los casos se han
incrementado. Por esta razón, la SSJ ha desplegado brigadas
constantes en todas las colonias del AMG, particularmente en 21,
donde se ha concentrado la mayoría de los contagios.
No
obstante, las autoridades sanitarias de la entidad reconocen que las
insecticidas y las brigadas no son suficientes para acabar con el
mosquito transmisor, por lo que llaman a la población a realizar
acciones preventivas en casa, como la eliminación de criaderos de
moscos a través de la estrategia de lavar, tapar, voltear y tirar
agua acumulada en objetos donde puede reproducirse el insecto, como
floreros, macetas o piletas. Esta es la herramienta más eficaz para
disminuir el riesgo de enfermar por dengue.
Pero, hay malas
noticias. El dengue crece por la resistencia del mosco. Expertos en
salud pública afirman que el incremento de contagios en Jalisco se
debe a varios motivos. El primero es la mayor resistencia del mosco
transmisor del dengue a las fumigaciones preventivas. La Organización
Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud
(OPS), afirman que las larvas del Aedes aegypti, mosco transmisor del
dengue, pueden sobrevivir a los insecticidas.
Una segunda razón
es que el cambio climático ha aumentado las temperaturas y los
periodos de lluvia extrema, incentivando la proliferación de un
mosco que también se ha adaptado a los climas fríos.
Por si
no fuera suficiente, existe otro factor de riesgo para el dengue: la
pobreza. La OMS señala, el mosquito transmisor no se reproduce en
canales, arroyos o parques, al preferir el agua limpia acumulada en
distintos objetos en las casas, por eso recomienda mantener limpias
las viviendas, cambiar constantemente el agua de los depósitos y
mantenerlos tapados, lavar y cepillar las albercas, usar mosquiteros
y toldillos en las camas, mantener cerradas las puertas, además
utilizar repelentes y usar ropa adecuada como camisas de manga y
pantalones largos.
Sin embargo, todos sabemos que no solo en
las colonias del Área Metropolitana de Guadalajara, sino en todo el
Estado de Jalisco y el país, millones de personas no tienen manera
de construir dónde guardar el agua, como cisternas bien tapadas, a
las que no puedan tener acceso los mosquitos y tienen que almacenar
el vital líquido en botes o tinacos abiertos.
Especialistas
afirman que el vínculo entre dengue y la vulnerabilidad de las
personas surge de la calidad de las viviendas en las que las familias
viven hacinadas, la forma de almacenar el agua y de tratar o no los
residuos. A eso hay que sumar las dificultades para acceder a centros
de salud y para comprar repelentes. Así los focos de la enfermedad
empiezan a asentarse con más impacto en las zonas más pobres, en
las colonias populares y comunidades marginadas, donde carecen de
servicios básicos como drenaje sanitario, agua potable, recolección
de basura.
Jalisco sigue figurando en el nada honroso primer
lugar en contagios por dengue en el país y aunque la emergencia haya
alertado a las autoridades sanitarias del Estado y emprendido algunas
acciones como desplegar algunas brigadas de fumigación en algunos
puntos y llamado a la población a poner de su parte para que evite
encharcamientos de agua en sus casas y con ello eliminar los
criaderos del mosquito, estas medidas no atacarán el problema de
fondo.
El que escribe estas líneas, en días recientes,
entrevistó a unas vecinas de la colonia Antorcha Popular 1 de Ciudad
Guzmán del municipio de Zapotlán el Grande, que fueron víctimas
del dengue tanto ellas como sus familiares. En la entrevista que
concedieron amablemente, tras llamar a cuidarse todos, ya que la
enfermedad provoca dolores que no se quitan y pierden todo, pues no
pueden salir a trabajar para ganar algo y poder comer, hicieron
denuncias y llamados sumamente impactantes.
Dijeron: “aunque
somos humildes, sabemos que debemos tener limpias nuestras casas,
lavar y desinfectar todo no sólo para que no nos dé dengue, sino
otras enfermedades contagiosas, pero somos pobres y tenemos que
guardar el agua en recipientes destapados, no nos queda de otra, no
tenemos ni piletas, y lo peor es que ni siquiera vienen a fumigar”.
Dejaron en claro que ante el incremento de los casos de
dengue, no queda otra alternativa que seguir llamando a todas las
autoridades de cualquier lugar para que cumplan con su obligación de
garantizar salud a los mexicanos. Asimismo, llamaron a sus vecinos y
los pobres de otros lados a unir fuerzas y exigir servicios básicos
como drenajes sanitarios, más y mejores hospitales, médicos y
medicamentos.
Va quedando evidente, para evitar que una parte
del pueblo de México siga sufriendo todo tipo de enfermedades
prevenibles y curables, se necesita acabar con la pobreza y pobreza
extrema, sin embargo, estos flagelos sociales no pueden ser acabadas,
como quedó demostrado en el sexenio pasado, con más transferencias
monetarias pero, a pesar de ello, la presidenta Claudia Sheinbaum lo
seguirá haciendo, a costa de dejar a su suerte a millones y millones
de mexicanos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario