José de Jesús Guzmán Mora*
La viruela es una enfermedad en el ser humano que ha provocado millones de muertos. Esta se caracterizaba porque el paciente comenzaba con fiebre y un letargo de unas dos semanas después de haber estado expuesto al virus Variola mayor. En unos cuantos días, aparecían erupciones elevadas en la cara y el cuerpo, se formaban llagas dentro de la boca, la garganta y la nariz, crecían pústulas llenas de líquido; en algunos casos, éstas se unían entre sí y abarcaban grandes zonas de la piel.
Cerca de la tercera semana, se formaban costras que se separaban de la piel. El virus Variola menor provocaba una forma de viruela similar, pero menos grave.
La
viruela se transmitía por contacto con las llagas o las gotitas
emitidas por la respiración de una persona infectada, la ropa de
cama o prendas de vestir contaminadas. Un paciente seguía siendo
foco infeccioso, hasta que la última costra se separaba de la piel.
Los sobrevivientes conservaban cierto grado de cicatrización
permanente; podían surgir otras deformidades, como la pérdida de
tejido labial, nasal y cartilaginoso; y como resultado de las costras
en las córneas, la persona infectada podía quedar ciega. Las
defunciones por viruela a nivel mundial durante el siglo XX sumaron
más de 300 millones.
En San Gabriel el primer caso de muerte por viruela, durante el siglo XIXI, está inscrito en los libros de defunciones del Registro Civil, se trata de Nazaria Estrada quien murió el 10 de junio de 1868, años más tarde la enfermedad se convertiría en una epidemia. El segundo y tercer caso, ocurriría en la Hacienda de El Jazmín, se trata de Andrés Abelino y Lino Reyes Calvario.
Para
1869 morirían en el municipio 55 personas, mientras que los
fallecidos en 1870 sumarían 74 gentes, sobre todos los infantes.
Para
los comienzos de 1871 habría una fuerte mortandad llegando a sumar
42 las defunciones, que disminuirían conforme transcurría el año.
En 1873 murieron 33 personas.
El año de 1874 sería fatídico ya que murieron 267 personas. En 1878 solo hubo 19 víctimas; en 1879 renacería la epidemia, que reduciría el número de fallecimientos hasta llegar el siglo XX. Los que sobrevivían a la enfermedad quedaban marcados con hoyitos en su cara, y la gente decía que eran “cucarachos”.
Un
personaje histórico que durante su infancia sufrió de viruela fue
el gabrielense José Mojica, mismo que logró sobrevivir como todos
los sabemos; no así su medio hermano Arnoldo Bracamontes Mojica,
quien contagiado por Chuy Mojica, falleció a las dos de la mañana,
el 24 de abril de 1900 a la edad de dos años. Eso
lo hizo sentirse culpable por tan lamentable acontecimiento.
Una víctima más de este mal fue su amada Catalina que vivía cerca del templo del Santuario, por eso lloraría amargamente. Fue el primer momento doloroso de la vida del infante Mojica.
Hoy en día esta enfermedad prácticamente ha desaparecido. La gente ha utilizado la vacuna contra la viruela desde que Edward Jenner en 1796 probó su teoría a través de la inoculación con material de una llaga de viruela vacuna para proteger a una persona contra la enfermedad multicitada.
*Consocio del Capítulo Sur de la BSGEEJ, A. C.
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