Guillermo
Aguilar Peralta*
Terminada en diciembre de 1497 impreso en Venecia en 1509 la divina proporción es una obra icónica en el ambiente científico y artístico del siglo XV, la Divina proporción fue y sigue siendo punto y fuente de inspiración para todos los trabajos artísticos en relación de la belleza humana así como la convicción de perfección del universo, las correspondencias innumerables que dicha proporción guarda con las propiedades de la divinidad justifica el calificativo de divina, remontando la selección del neoplatonismo que concebía la imagen del universo como una construcción armoniosa en la que el hombre y el arte vendría a ser reflejos de un orden cósmico superior.
Todo esto a partir de un texto manuscrito conservado en la biblioteca Ambrosiana de pilar en la cual se aprecian los trazos geométricos que Leonardo da Vinci realizó como ilustraciones. Desde el mundo clásico grecorromano las ciencias matemáticas y muchas veces aplicadas desde Eukleides de Alejandría pasando por Archimedes de Sirakousai de los siglos 200 y 300 de nuestra era, transitando por muchos más representantes de las matemáticas, la geometría y la ciencia, pero llegando a su esplendor en la época del renacimiento y habiéndose manifestado como el máximo representante de esta famosa escala de Fibonacci, Leonardo da Vinci, todo ello con la predecesión de Luca Paccioli donde podemos decir que se resume la totalidad de los conocimientos matemáticos existentes en Europa del 1500.
Es entonces que con la sexta distintione, Luca Pacioli empieza a tratar un tema que se vuelve relevante, eso nos habla de la teoría de la proporcionalidad que existe en todas las cosas del universo conocido que va implícita en la armonía de todos los fenómenos, esto es lo que consecuentemente determina el concepto de la divina proporción o divina Proportione.
De manera tal que la suma había sido descrita como obra orgánica que debía exponer de manera enciclopédica, sistemática y agradable el conjunto de las ciencias matemáticas puras y aplicadas tal como se encontraba entonces el volumen de la divina proporción según se publicó en 1509 es una obra mixta escrita en tiempos diferentes y con intenciones distintas, sin embargo se convierte en un elemento fundamental para la academia de Leonardo da Vinci que la incorpora a través del famoso phi, número áureo o divina proporción que se ha convertido en un medio de interés científico para explicar la perfección de la creación de la naturaleza y el universo y la invitación a conocer el porqué de los procesos de los seres vivos en este universo conocido son matemáticamente perfectos, este número lo podemos encontrar representado de manera armoniosa en la naturaleza en el ser humano en sus proporciones anatómicas excelentemente descritas por Leonardo da Vinci en el hombre del Vitruvio así como en otros elementos vivos y de la creación citando a la espiral dora de un Nautilus , la disposición de los pétalos de una rosa y la forma armoniosa en que las ramas de cada árbol, entre las nervaduras de sus hojas y ramas como se van desenvolviendo para generar su desarrollo y quizá para concluir el origen divino del universo la forma y estructura de las galaxias.
*Coordinador del capitulo Sur de la BSGEEJ.
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