Fernando G.
Castolo*
De tal suerte que este primer Campo Santo estuvo en funciones durante más de tres siglos. En el año de 1833, una epidemia conocida como Cólera Morbus se presenta en la población, dejando una mortandad de más de mil almas. Entonces, la autoridad municipal autoriza la traza de un nuevo Campo Santo, extramuros de la ciudad, hacia el poniente.
Este viejo Campo Santo se ubicó sobre la hoy calle Antonio Caso (espacio que hoy ocupa una escuela primaria), y fue conocido como "La Calavera". A partir de ese año fueron dos los espacios destinados a los enterramientos. Finalmente, el Campo Santo de "La Calavera" también fue clausurado a finales del siglo XIX.
Su vida útil fue de poco menos de 80 años, dado que un nuevo Campo Santo fue puesto al servicio público el 15 de septiembre de 1894, y que funciona hasta la fecha, conocido por "Miguel Hidalgo". Este espacio va a cumplir 130 años en servicio, y muy pronto este recinto a los muertos también habrá de clausurarse, dado que se encuentra casi lleno. Esta es, pues, la breve historia de los espacios que han albergado por casi cinco siglos los cuerpos de las gentes de Zapotlán.
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