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jueves, 5 de septiembre de 2024

Sexteto Josefino: Un festejo para Zapotlán el Grande


 

Salvador Encarnación*



Las seis plaquetas: Crónicas Mayordomas, Solemnidad Josefina, Seminario Zapotlense, Catedral Guzmanense, Coronación Pontificia y Ciudad Episcopal; son un festejo para el autor Fernando G. Castolo (en lo personal), y para Ciudad Guzmán, el antiguo Zapotlán el Grande. Estas seis brevedades presentan un tema clásico de la sociedad zapotlense: la presencia de Señor San José. Dicho con anticipación, estas en comento bien pudieron ser seis capítulos de un libro sobre la religiosidad, en distintas facetas, de esas fiestas que se extienden por el sur de Jalisco que es el territorio de la diócesis Josefina.




Coronación Pontificia informa de aquellos días festivos y otros no tanto, en que la mayordoma (1957) Estela Sánchez Navarro apoyada por su esposo Antonio Arias Pedroza (Mayordomo en 1953) presidieron la coronación de Señor San José. Se da a conocer, entre otros puntos del documento, de los costos del material, oro y plata, en que fueron hechas las coronas que ahora porta la Sagrada Familia y la vara de azucenas del Patriarca. Se citan los días que les correspondieron a las parroquias foráneas para visitar el templo parroquial de Zapotlán, más un agregado: “Avisan a los feligreses foráneos que de Guadalajara a Ciudad Guzmán el tiempo de viaje es de 3 y media horas, y que hasta Zacoalco hay carretera asfaltada y el resto es terracería”. Para registrar estos días solemnes, asegura la plaqueta, se contrató una empresa de la Ciudad de México para que filmara los acontecimientos. “La primera exhibición [de la película] de la misma en Ciudad Guzmán se verificó en octubre de 1962…” Y un dato dicho por Don Antonio Arias Pedroza: “…cuando tuvo la oportunidad de verla Juan José Arreola, entresacó el escritor temas para la redacción de su meritorio libro La feria, publicado en 1963”.

Entre los obispos que asistieron a la Coronación Pontificia, está Monseñor Sergio Méndez Arceo, “el obispo de los pobres” quien tenía escasos dos años en la sede de Cuernavaca.





Todos estos opúsculos aportan datos nuevos y otros que se reafirman. Incluso unos con otros se complementan. Por ejemplo, en Catedral Guzmanense se lee que los trabajos de construcción del templo parroquial (ahora Catedral) iniciaron el 27 de mayo de 1866. Y se agrega más delante: “Se toma como modelo la Catedral Metropolita de Guadalajara y así se hizo”. En Ciudad Episcopal se lee que el “anhelo” que tuvieron los zapotlenses al construir la parroquia con medidas de una Catedral, como la de Guadalajara, era para que un día fuera sede de una diócesis.

Fueron muchos los que trabajaron en la construcción del templo: artesanos, mayordomos, sacerdotes y laicos. Las pinturas, pechinas, el mural del ábside y retablos, fueron pintados por Rosalío “Chalío” González Gutiérrez. Este pintor alteño (hago este agregado) dejó su obra pictórica en innumerables templos; se destaca La Merced en Guadalajara. Murió en Jalostotitlán el 24 de noviembre de 1958. Para conocer su obra, se puede consultar el libro Rosalío González/Obra pictórica de Alfredo Gutiérrez. Acento editores. Otro sitio es: Rosalío González Gutiérrez, o el autodidacta de exquisito pincel. Diario El Volcán. https://www.youtube.com/watch?v=gf7IbosIOTU
La plaqueta Seminario Zapotlense informa que este centro de estudios y formación fue inaugurado el 19 de noviembre de 1868. Sus programas de estudio eran a nivel Secundaria, Bachillerato, Filosofía y Teología. Además de formador de sacerdotes, también lo fue de científicos, artistas y profesionistas. Entre sus exalumnos destacados son de citar: Salvador Toscano, el introductor del cinematógrafo en México; José Gómez Ugarte, periodista y director de El Universal en la Ciudad de México; el músico José Rolón; el escritor y embajador Guillermo Jiménez. Entre los sacerdotes destacan: Tranquilino Ubiarco Robles y Rodrigo Aguilar Alemán, ambos santos mártires de la Iglesia Católica. Otros dos son: José María Arreola y Severo Díaz Galindo; sacerdotes y científicos. Entre las aportaciones que recibió el Seminario la plaqueta hace saber: “…del entonces Presidente Benito Juárez quien, a solicitud del Sr. Urzúa, obsequia, al recién inaugurado establecimiento, varios instrumentos musicales a fin de integrar el programa los cursos de formación musical para los educandos”. Se comunica de los sitios en que estuvo el Seminario hasta llegar a su actual sede.





De Crónicas Mayordomas bien pude decirse que son anécdotas sobre algunos de los mayordomos. Destaca la de don Salva, que es un personaje de La feria de Arreola. En la segunda, y última, se detallan las “Aportaciones Indígenas” a la fiesta: Sonajeros, Enrosos, Carros alegóricos, El ponche de granada, Pozole, Vestuario de la danza, etc.


El cronista de Zapotlán se festeja con estas seis plaquetas, pero en verdad homenajea, y en grande, a su ciudad natal. El tiro es breve, 250 ejemplares. Lo que la hace de colección.

Último. Se luce la editorial colimense PUERTABIERTA editores al presentar estas seis plaquetas, sencillamente pulcras.


*Consorcio del capítulo sur, de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco.



1 comentario:

  1. No sé, porque no se menciona para nada al Sr. Juan S. Vizcaíno, anterior " Cronista de la Ciudad ", quién también se entregó en Cuerpo y Alma por consolidar el Acervo Cultural de Zapotlán él Grande. Gracias

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