Pedro
Mariscal
El Volcán/Guzmán
I
Hola Guillermo
¿Cómo estás?
II
Déjame contarte, Memo… ¿me permites esa confianza? Tu primo Ramón llegó a Zapotlán haciendo y deshaciendo. Pronto hizo contacto con el maestro Sigala, pues también Ramón vino a trabajar a la Universidad de Guadalajara. Ya sabes…el estatus, y esas cosas. Hizo amistades en un dos por tres. El señor Milton Iván Peralta, director del Diario El Volcán, lo entrevistó para su medio. También presentó su libro (tú libro prometido), en la Biblioteca “Juan José Arreola”, donde los comentarios al texto estuvieron a cargo del escritor Martín Adalberto Sánchez Huerta, del promotor cultural Cayetano Chávez Villalvazo, del escritor y mago Francisco Hernández López. No me lo vas a creer: un panel de lujo. Eso que te cuento sucedió el pasado 25 de abril, por la tarde.
III
Y para no quedarse atrás, el profe Mariscal lo invitó a un conversatorio en el Canal Cuatro de TV, en el programa de revista cultural llamado Alasletras, lugar a donde tu primo Ramón llegó acompañado de tres o cuatro alumnas que tomaban un curso de verano en escritura creativa. Te has hecho famoso, Memo, gracias a la tenacidad publicitaria de tu primo Ramón, quien no deja de presumir que estos cuentos los escribió para ti, pues fue una promesa que te hizo en una de esas charlas llenas de nostalgia por los recuerdos de la infancia.
IV
¿Y qué crees Memo? También en la ciudad de Colima tu primo Ramón presentó este libro “Cuentos para Guillermo”, te lo digo porque platiqué con un amigo que allá vive, se llama Melquiades Durán Carvajal, y él me lo dijo: ¡Ah!, sí; ya lo comentamos aquí, y esta suave el libro. Trae relatos muy interesantes y como de aquí somos, pues le entendemos a toda madre a las narraciones. De cada calle, de cada plaza y lugar que describe, los conocemos muy bien y sabemos dónde se desarrollan las acciones. El tipo de lenguaje que utiliza tú primo es sencillo y ameno, rico en modismos colimotes. También extiende su geografía por la región sur y hasta Talpa, a donde algún día fue Ramón con su abuelita y no le quedaron ganas de volver. Tampoco a la abuela Dolores…hasta le dijo a su nieto: “tienes razón (Talpa) es un pueblo mugroso. Si tus padres te preguntan cómo es, les dices que muy bonito”.
V
VI
Por esa razón, Guillermo, este libro que te dedica Ramón, tu querido primo, es una joya de vivencias extraordinarias. En doce títulos desgrana toda una vida frente a la pantalla gigante de una cantina. Porque, como bien lo dice mi amigo Martín Adalberto Sánchez Huerta: “Los cuentos para Guillermo no son para Guillermo; son para el mismo Ramón y en último caso, son para todas y todos nosotros”, porque la escritura en sí, es un acto liberador. La escritura nos salva, como decía el poeta Víctor Manuel Pazarín. O como decía Juan José Arreola: “se escribe para saber qué somos y qué hacemos en el mundo”.
VII
Puedo hacer mía la estrategia de análisis de textos de mi amigo Cayetano y desmenuzar con lupa cada cuento y descubrir los regionalismos del habla colimota, o la región mas transparente de Colima y de Jalisco llamada JALISCOLIMAN, sumergirme en la embriaguez de su bebidas como el tuxca, el pulque o el ponche de granada; hacer una romería a Talpa, llenarme de pánico con un temblor de tierra, equiparar a mi padre con Francisco Franco y la dictadura, o dormir vigilante en el taller de la carpintería y hacer travesuras al niño de la bici frenando su medio de transporte por la parrilla, y luego sufrir los cintarazos de un padre que aplica su castigo ejemplar para una conducta indeseable. Todo eso puede suceder Guillermo, porque tu primo Ramón, en esencia, es un PROVOCADOR... porque ha provocado que mis recuerdos de niño campesino, emerjan con fuerza que no pueden soportar su efluvio hasta que no caigan en letras y frases en un cuaderno, cual lluvia torrencial de palabras que no hallan sosiego.
VIII
Quisiera ser como el “Increíble Profesor Panchito”, y sentarme en una banca de la plaza principal de Zapotlán, ojear este libro “Cuentos para Guillermo”, aplicar la magia para descubrir —en unas cuantas frases—su contenido y luego entrar la Biblioteca “Juan José Arreola” para decir con desenfado las palabras más convincentes acerca del contenido literario de tu libro, amigo Memo. A eso nos anima tu primo Ramón y hace que salgan de nosotros—sus lectores—las más elocuentes frases para degustar los recuerdos que su lectura imprime y recomendar a nuestros amigos y al público en general, este libro de cuentos que nos transporta en el tiempo y en el espacio a la época de nuestra patria particular: la infancia.
VIII
Así como Arreola hace gala de su recuerdo más hondo al evocar la húmeda barranca de Toistona, donde se encuentra con la perfumada flor blanca llamada estrellita de San Juan, y su perfume prende –con alfiler de aroma—el primer recuerdo de su vida terrestre: campo mojado por las lluvias de junio de su querido Zapotlán, así Ramón Moreno hace que prenda en nuestro íntimo recuerdo las vivencias mas extraordinarias, alegres, angustiosas, finas, familiares, de nuestras infancias, que parecían imposibles y sin embargo aquí estamos…prestos y dispuestos para iniciar —o continuar—el increíble viaje de la lectura y la escritura.
XI
Ya no te abrumo más con mi discurso, amigo Guillermo. Solo te diré que, si persiste el remordimiento por la falta de solidaridad con el hombre aquel de Veracruz a quien no quisiste ayudar llevándolo en tu taxi hasta su pueblo, con su pequeño hijito muerto entre sus brazos, vengas a Zapotlán, y pagues una manda a San José bailando en la Cuadrilla de sonajeros Arribeños. Tienes que hacerlo ya, porque los ensayes ya empezaron y cuando termine la gran fiesta al Santo Patrono Señor San José, Ramón y yo te acompañaremos a Zempoala, Veracruz y tocaremos puerta por puerta hasta encontrar a ese hombre y de rodillas le pedirás perdón por tu ojete actitud de chilango empedernido. ¿Vale?
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