Fernando G.
Castolo*
En el imaginario local han quedado
registradas hermosas frases que hacen reflexionar la significación
de lo que se es, el orgullo de ser zapotlenses. Más allá de la
célebre: "Yo, señores, soy de Zapotlán el Grande...", de
Juan José Arreola, se cuenta con un muy sentido repertorio sobre la
conmovedora revelación de ser parte de estas geografías cargadas de
verduras, rodeadas de montañas y asistidas de un benévolo clima.
Francisco
Hernández López dice: "Yo soy de Zapotlán, terruño amado
donde tengo mi raíz..."; mientras que José Armando Cuevas
Preciado la ennoblece así: "Zapotlán eres tú... tú eres la
plenitud del Universo plasmado en un mural!...". José Clemente
Orozco dejó asentado: "... mi pueblo... se llama Zapotlán y
está muy cerca del volcán de Colima, entre barrancas y montañas
grandísimas...". Juan Manuel Preciado nos hace reflexionar que:
"Vuelta tras vuelta, año tras año, la vida se alimenta de los
sueños que en el valle de Zapotlán son más intensos...". Y,
Vicente Preciado Zacarías, casi en musitada oración dice:
"Zapotlán... yo también he venido al filo de la montaña a
declarar mi amor por esta tierra y por todo cuanto en ella
habita...".
El
poeta Roberto Espinoza Guzmán se figura que: "Zapotlán...
pián, pián, podría subir al cielo por tu volcán...". Pero,
sin duda alguna, mucho más conmovedor resulta ser Salvador Aguilar
Dosal: "Zapotlán! Tu nombre es como el eco del sonido de la
campana mayor de tu Iglesia... desde cuyas torres cuántas veces
contemplé el oro de tus ricos maizales...".
Pero,
ninguno como Guillermo Jiménez: "Ganas, oh Zapotlán!, de
tenerte un enroso de maíz, para colgarlo en lo más alto de tu
Catedral y luego bailar, bailar sin descanso al son de las chirimías
nativas...".
Pedro Mariscal es un bohemio: "Qué
tendrás Zapotlán, que a lo divino embelesas y embriagas, como el
vino...?" Balbina González escribió en el siglo XIX: "Álzate
Zapotlán! Disipa el tedio que la vida te arranca, que te abruma;
bebe la primer gota del remedio que te hará revivir...". Y,
finalmente, Rubén Fuentes le canta: "Ay, caray, caray, qué
bonita es mi tierra, qué bonita, qué linda es...". En este mes
patrio, celebremos con orgullo a nuestra pequeña patria chica, a
Ciudad Guzmán, la antigua y señorial Zapotlán el Grande. Que viva
nuestra tierra...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario