martes, 17 de septiembre de 2024

En el mes patrio, celebramos a la patria chica


 


Fernando G. Castolo*



En el imaginario local han quedado registradas hermosas frases que hacen reflexionar la significación de lo que se es, el orgullo de ser zapotlenses. Más allá de la célebre: "Yo, señores, soy de Zapotlán el Grande...", de Juan José Arreola, se cuenta con un muy sentido repertorio sobre la conmovedora revelación de ser parte de estas geografías cargadas de verduras, rodeadas de montañas y asistidas de un benévolo clima.



Francisco Hernández López dice: "Yo soy de Zapotlán, terruño amado donde tengo mi raíz..."; mientras que José Armando Cuevas Preciado la ennoblece así: "Zapotlán eres tú... tú eres la plenitud del Universo plasmado en un mural!...". José Clemente Orozco dejó asentado: "... mi pueblo... se llama Zapotlán y está muy cerca del volcán de Colima, entre barrancas y montañas grandísimas...". Juan Manuel Preciado nos hace reflexionar que: "Vuelta tras vuelta, año tras año, la vida se alimenta de los sueños que en el valle de Zapotlán son más intensos...". Y, Vicente Preciado Zacarías, casi en musitada oración dice: "Zapotlán... yo también he venido al filo de la montaña a declarar mi amor por esta tierra y por todo cuanto en ella habita...".


El poeta Roberto Espinoza Guzmán se figura que: "Zapotlán... pián, pián, podría subir al cielo por tu volcán...". Pero, sin duda alguna, mucho más conmovedor resulta ser Salvador Aguilar Dosal: "Zapotlán! Tu nombre es como el eco del sonido de la campana mayor de tu Iglesia... desde cuyas torres cuántas veces contemplé el oro de tus ricos maizales...".






Pero, ninguno como Guillermo Jiménez: "Ganas, oh Zapotlán!, de tenerte un enroso de maíz, para colgarlo en lo más alto de tu Catedral y luego bailar, bailar sin descanso al son de las chirimías nativas...".

Pedro Mariscal es un bohemio: "Qué tendrás Zapotlán, que a lo divino embelesas y embriagas, como el vino...?" Balbina González escribió en el siglo XIX: "Álzate Zapotlán! Disipa el tedio que la vida te arranca, que te abruma; bebe la primer gota del remedio que te hará revivir...". Y, finalmente, Rubén Fuentes le canta: "Ay, caray, caray, qué bonita es mi tierra, qué bonita, qué linda es...". En este mes patrio, celebremos con orgullo a nuestra pequeña patria chica, a Ciudad Guzmán, la antigua y señorial Zapotlán el Grande. Que viva nuestra tierra...




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