Víctor Hugo Prado
Nada debe preocupar más a los mexicanos que el evidente deterioro del régimen democrático en el país. El cacareado plan C que se veía lejano, ahora está cerca, muy cerca y con un poder destructivo del andamiaje institucional sin límites. En el fondo tiene que ver con el triunfo electoral logrado por Morena y sus aliados el PT y el Verde, tres fuerzas políticas a las que el pasado viernes 23 de agosto el INE les regaló una sobrerrepresentación que no se refleja en los votos, 374 diputados de 500, lo que representa el 74 por ciento, cuando en las urnas solo obtuvieron poco más del 52 por ciento.
Con mayoría calificada podrán modificar la Constitución política de México, desaparecer los órganos autónomos, militarizar al país, simular la división de poderes al poner en riesgo la independencia y autonomía de un poder judicial que hasta ahora se mantenía con ese perfil y en ese tenor. Las voces de países aliados comerciales, no se han hecho esperar, ven con preocupación las decisiones que configuran en la denominada 4T, en la que ven riesgos hacia sus inversiones y capitales que operan en nuestro país.
Aunque se ponga por delante los apoyos sociales a adultos mayores y estudiantes, aunque se ponga por encima que el salario ha aumentado, que las remesas han venido creciendo sin precedente, aunque veamos un país en el que aparenta subir el empleo, lo cierto es que, tenemos un país donde el servicio público de salud ha sido un fracaso, el abandono del estado de derecho, la inseguridad y la creciente violencia generada por las disputas de los grupos de la delincuencia organizada que operan en prácticamente todo el territorio nacional.
Un grave riesgo se corre en la desaparición de los órganos autónomos socavando principios fundamentales de la democracia al eliminar contrapesos que aseguran la rendición de cuentas y el ejercicio de derechos fundamentales como la protección de datos personales, el acceso a la información y la transparencia. La extinción de entes reguladores como la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE), la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) cuya labor es fundamental para garantizar la competencia económica justa y proteger el bienestar de los consumidores, evitando la concentración en los mercados y promover el desarrollo económico.
El regalo del INE puede ser detenido en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, aunque se ve lejana la posibilidad, bien cabría la frase de Churchill que les acaba de dedicar el jurista Diego Valadez, “Nunca tantos debieron tanto a tan pocos”. Les dijo, “deseo que nadie diga de ustedes en el futuro: nunca tan pocos afectaron tanto a tantos”.
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