Teófilo Flores Luna
Es
el tiempo de lluvias en la región, hasta el momento se han
presentado lluvias suficientes que han permitido realizar las labores
del campo, aunque aún es muy temprano para asegurar que este ciclo
agrícola sí llegue a buen término, con cosechas suficientes para
garantizar el maíz necesario, ingrediente indispensable en la dieta
del mexicano.
En la región hay zonas que, de no presentarse
lluvias suficientes en los próximos dos meses, sería el cuarto año
consecutivo que las familias que siembran maíz para su sustento
diario, no cosecharían nada. Así ha sucedido en la sierra del
municipio de Ayutla y municipios circunvecinos, son ya considerables
los estragos que la sequía ha dejado en los últimos cuatro años.
Esperemos que este año, no sea el mismo caso otra vez.
Aunque
hay entusiasmo y esperanzas en las familias campesinas de que este
año “vaya bien”, el temporal de lluvias también trae otras
dificultades para los habitantes de las comunidades rurales. El 90%
de sus caminos son brechas, algunos tramos de terracerías con
revestimiento de balastre, debemos considerar que estos caminos se
encuentran trazados en el corazón de nuestras zonas serranas; es
decir, son caminos que corren a través de cañadas y laderas propias
de la topografía local, en estas condiciones desde las primeras
lluvias los caminos se deterioran y por estos días, después de más
de un mes de lluvias, están muy deteriorados a tal grado que son
prácticamente intransitables.
Seguramente lo anterior no es
novedad, más cuando en la región es de sobra conocido cual es el
estado en que se encuentra la principal ruta de comunicación entre
los municipios de las costas y la capital del Estado: la carretera
federal 80. Son innumerables ya los percances ocurridos a quienes
tienen la necesidad de utilizar esta vía de comunicación.
También
se han hecho constantemente los llamados a las autoridades encargadas
de dar mantenimiento a garantizar un traslado seguro a nuestros
destinos; para lo cual se deberían utilizar los impuestos que a
diario pagamos.
Los resultados de la insistencia de la gente ya
la vemos, pero no es suficiente: Los municipios, con herramientas y
recursos limitados, tratan de tapar los baches, pero el deterioro de
la carretera rebasa con mucho la capacidad municipal, a tal grado que
es la hora que el avance en esta tarea es mínimo; y los percances
con resultados mortales, siguen ocurriendo.
¿Y la dependencia
federal encargada de garantizar el transito seguro, qué hace ante
esta situación? En la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones
y Transportes (SICT, antes SCT), sus directivos locales se han tomado
la molestia de informarnos que, “…debido al recorte presentado en
el Presupuesto de Egresos de la Federación 2024 (PEF-2024)”, las
tareas que realizan se limitan a trabajo administrativo (¿¡!?). Nos
informan que, con oficio No. 3.1.2.0116.2024 de fecha 15 de mayo del
presente año, la Dirección General de Carreteras, está de acuerdo
que, en nuestra petición, 13 obras necesitan trabajos de
construcción y modernización y 17 obras más necesitan conservación
y reconstrucción. Sin embargo, nos explican, en el decreto del
Presupuestos de Egresos de la Federación (PEF) 2024, publicado en el
Diario Oficial de la Federación el 25 de noviembre de 2023 y
autorizado por la H. Cámara de Diputados del H. Congreso de la
Unión, no se etiquetaron recursos para la ejecución de obras del
Programa de Construcción y Modernización de Caminos rurales y
alimentadores a cargo de la SICT-Jalisco”.
La burocracia
federal le tiene sin cuidado que cuando los campesinos requieren
trasladarse desde Cuautitlán de García Barragán a La Loma,
Minatitlán, Col. tarden hasta más de 5 horas para realizar este
recorrido como consecuencia del pésimo estado de los caminos.
Vecinos que viven en el corazón de la Sierra Occidental
pertenecientes a los municipios de Villa Purificación, Unión de
Tula, Tomatlán, Talpa de Allende o Ayutla cuando necesitan
trasladarse a sus respectivas cabeceras municipales, el viaje sea
toda una serie de peripecias hasta llegar a su destino. Así la vida
diaria de quienes tienen la necesidad de salir de sus comunidades
para atender cualquier asunto.
Hay incertidumbre en la gente
por conocer qué actitud asumirá la nueva Legislatura Federal para
atender esta situación que se presenta en nuestra región. A estas
alturas, al finalizar la actual legislación federal, nos
equivocaríamos casi nada si afirmamos que los trabajos de
construcción y modernización de nuestros caminos rurales fueron
abandonados los últimos 6 años. Hay obras que estaban a punto de
ser terminadas, pero simplemente fueron suspendidas y es la hora que
no se sabe para cuándo se reanudará su construcción.
Este
estancamiento registrado en el medio rural fue ocasionado
deliberadamente, los responsables tienen nombre y apellido, y son los
mismos que tienen la obligación asignar recursos suficientes para
promover el desarrollo en el medio rural.
En las campañas
políticas de las recientes elecciones, hubo infinidad de
pronunciamientos sobre esta situación, no faltaron las promesas de
superarla; construyendo y modernizando los caminos rurales. Será
para nosotros punto de partida; referencia puntual para que, desde el
primer momento de trabajo de la próxima administración federal,
insistir en el mejoramiento de nuestros caminos. Llamamos a la gente
de buena fe que se una a nosotros para recordarle a las autoridades
federales que llegan, que hay varias obras por construir que deja
pendiente la administración federal saliente, quienes, para obtener
el voto popular, prometieron que primero los pobres.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario