Abel Pérez Zamorano*
A
invitación de la embajada de Nicaragua en México, tuve el honor de
asistir el pasado 19 de julio, como parte de la delegación del
Movimiento Antorchista Nacional, junto con el ingeniero Homero
Aguirre Enríquez, vocero nacional, a los festejos del 45 aniversario
de la revolución Sandinista, visita de la cual deseo compartir con
usted, amable lector, algunas observaciones e indagaciones
complementarias que ayuden a entender mejor lo que acontece en aquel
país hermano y su trascendencia.
Nicaragua cuenta con una
población de 7 millones de habitantes y un territorio de 130 mil
kilómetros cuadrados. La hermosa patria de Rubén Darío tiene
enormes lagos como el lago Xolotlán, y el Cocibolca, con su isla
Ometepe (nombres evidentemente de origen náhuatl, como buena parte
de la toponimia nacional); este último, el sexto más grande del
continente, con una extensión cercana a la superficie sumada de
nuestros estados de Tlaxcala y Morelos. Nos hermana una profunda raíz
histórica del mundo náhuatl, con migraciones que llegaron hasta
aquellas tierras y dejaron indeleble huella en el habla popular
Nica.
Precisamente sus valiosos recursos han despertado la
ambición del imperio norteamericano, que la ha invadido u hostigado
militarmente: en 1853, y en 1854 la invasión de marines; en 1894 en
Bluefields; la invasión del ejército norteamericano, entre 1912 y
1933, derrotada por el ejército del general Sandino, quien murió
asesinado en 1934 por esbirros de Estados Unidos. Después, ya
triunfante la revolución sandinista, entre 1983 y 1987 el gobierno
de Ronald Reagan organizó y armó a la contrarrevolución. Esta
historia de invasiones y de heroica defensa hace de Nicaragua un vivo
ejemplo de dignidad y resistencia al dominio extranjero, y explica el
acendrado sentimiento antiimperialista del pueblo y su gobierno.
Luego de tantos avatares, el 19 de julio de 1979, la revolución
sandinista triunfó (Somoza había huido a Miami el día 17). Entre
1990 y 2006 el neoliberalismo recuperó el poder, pero en 2007 lo
perdió en elecciones democráticas ante el Frente Sandinista con
Daniel Ortega a la cabeza, un triunfo por la vía pacífica que dio
inicio a la segunda etapa de la revolución.
Ello ha motivado
la campaña negra orquestada desde Washington para denigrar al
gobierno sandinista; pero los nicaragüenses no se dejan confundir.
Además, cuentan con la solidaridad de muchos países progresistas
del mundo. En el evento central de aniversario en la Plaza Juan Pablo
II de Managua estuvieron representantes de gobiernos amigos; entre
ellos, en primer lugar, Rusia: el presidente Vladimir Putin se hizo
representar por el jefe de la Duma, Vyacheslav Volodin. De Venezuela,
su canciller, Yván Gil; de Cuba, el comandante histórico y
viceprimer ministro Ramiro Valdés; de Bielorrusia el primer ministro
Román Golóvchenko; de Vietnam, el representante del presidente To
Lam; también la representación de Ibrahim Traoré, presidente de
Burkina Faso y destacado líder de la resistencia anticolonial
africana. Acudieron también representaciones oficiales de Sudáfrica,
Irán, China, Ghana, Angola, Zimbabue, Argelia, y de la resistencia
Palestina, entre otros. Asimismo, delegaciones de partidos y
organizaciones sociales de muchos países. Nicaragua, pues, no está
sola.
Durante los eventos masivos fue patente el fervoroso
entusiasmo popular en pueblos y barrios hacia el sandinismo y sus
héroes como Sandino, Carlos Fonseca, Tomás Borge, y hacia el
gobierno actual encabezado por el presidente Daniel Ortega y la
vicepresidenta Rosario Murillo, a quienes el pueblo y una alegre
multitud juvenil manifestaron sincero apoyo, pues sienten al gobierno
como suyo, y les consta, por su obra de bienestar social, de la cual
menciono aquí algunos ejemplos.
En cooperación con Rusia está
en construcción un laboratorio de medicina nuclear para el
tratamiento de cáncer. Nicaragua creó su propia vacuna contra la
gripe, y cuando la pandemia, China donó tres millones de dosis de
vacuna contra Covid. Todos los jóvenes que deseen estudiar acceden a
la universidad gratuita. Tiene el mejor sistema de carreteras entre
los siete países de Centroamérica, algo que puede constatar quien
las recorra; todas gratuitas: no hay autopistas de paga. Y desde
octubre pasado, China ha donado mil autobuses Yutong para el
transporte urbano. Están prohibidas las maras, los cárteles y el
tráfico de drogas. Casi no se ven bardas ni edificios grafiteados:
todo es limpio. La Corte de Justicia reporta que no existe rezago en
las sentencias de detenidos; la justicia es expedita y transparente:
los juicios están a disposición del público.
Cito a
continuación algunos datos sobre desarrollo social, tomados de
“Nicaragua 2023: social advances”, artículo de Nan McCurdy y
Katherine Hoyt en Alliance for Global Justice, 14 de diciembre de
2023, reproducido por el portal El 19 Digital. La cobertura eléctrica
pasó del 54% en 2007 al 99.34% en la actualidad (70% de fuentes
renovables, según EnergyPortal. eu); en 2006, el 65% de los hogares
disponía de agua potable; hoy, 92%; desde aquel año se construyeron
130 mil viviendas populares. Nicaragua es el segundo país con la
segunda tasa más baja de homicidios en todo Latinoamérica, 6.7 por
cada 100 mil habitantes (Homicide Monitor). Y puntualiza el artículo:
“Aproximadamente 80% de los recursos del presupuesto 2024 se destinarán a garantizar salud pública, educación, infraestructura, subsidios a la energía eléctrica y agua potable […] Educación y salud representarán el 37.5% del gasto social. El 61% del presupuesto se destina a la lucha contra la pobreza […] Nicaragua es uno de los países de la región con las tarifas de transporte público urbano más baratas, según un reciente estudio de “Compare the market”, realizado en 40 países del mundo”.
Y
continúa diciendo: “Los gobiernos neoliberales de 1990 a 2006
privatizaron o cerraron la mayoría de las guarderías creadas por el
gobierno sandinista durante la década de 1980. Como resultado, miles
de familias enfrentaron el dilema de encontrar atención para sus
hijos. En los últimos 16 años, los Centros de Desarrollo Infantil
(CDI) se han multiplicado y de los 32 que apenas sobrevivieron
durante los fatídicos años de gobiernos neoliberales se ha
aumentado a 276, todos subsidiados por el Estado con personal
capacitado…”.
Todos esto ha sido posible gracias a una
exitosa política económica. Ovidio Reyes, presidente del Banco
Central de Nicaragua, declaró en su presentación en la Universidad
Nacional de Nicaragua (UNAN) el 18 de julio (cito de memoria) que,
aunque sea mucha la tentación de gastar, Nicaragua considera que la
mejor forma de distribuir la riqueza es construyendo hospitales,
carreteras, vivienda popular, escuelas. En 2023 el PIB creció en
4.3% (Banco Mundial). “El saldo de las reservas internacionales
brutas (RIB) del Banco Central de Nicaragua alcanzaron 5,894.3
millones de dólares hasta mayo, un 18.5% más en relación con mayo
de 2023” (EFE, La Vanguardia, 12 de junio).
La inversión
extranjera directa en 2023 fue 37.6% mayor que el año anterior;
ciertamente, el 20.6% procede de Estados Unidos, dirigida
principalmente a Industria, energía y minas, y a la genética
ganadera. Señaló el presidente del Banco que el 60% de las
exportaciones van a Estados Unidos, pero se busca diversificarlas
para reducir la dependencia. Para ello se promueve el comercio con
China y Rusia.
Al respecto, Laureano Ortega Murillo en su
exposición recordó que Nicaragua solicitó ya su ingreso al BRICS.
Y que se proyecta construir un aeropuerto más grande para operar
como centro de conexión de vuelos internacionales (hoy Panamá tiene
el mayor de la región); también, que se sigue considerando la
construcción del canal de Nicaragua. Durante las ponencias en la
UNAN se reportó también cómo a la antes aislada Costa Caribe Norte
se la viene integrando, entre otras acciones mediante
infraestructura, como el monumental puente sobre el río Wawa,
construido en 2022, con un costo de 176 millones de dólares, que
redujo de dos días a solo 10 horas el tiempo de recorrido hasta
Managua.
Sobre la eficiente política económica, el artículo
de Alliance for Global Justice arriba referido expresa: “Durante
una entrevista con la agencia de noticias EFE el pasado 6 de marzo en
Costa Rica, el presidente del Banco Centroamericano de Integración
Económica (BCIE), Dante Mossi, afirmó que “Nicaragua es ejemplar
en la ejecución de proyectos financiados por organismos
internacionales. Tiene una extensa cartera de proyectos que las
autoridades ejecutan de manera efectiva, con gran transparencia y
agilidad. Desde la perspectiva del Banco, Nicaragua es un país
miembro de muy buena situación financiera que siempre solicita
fondos para proyectos que impulsen el desarrollo integral del país;
desde hospitales del primer mundo, apoyo al sector agrícola,
electricidad en las zonas más remotas y carreteras de alta calidad,
generando verdaderos cambios positivos para la población. El BCIE se
complace en apoyar este tipo de iniciativas […] La decisión del
gobierno en 2022 de aumentar los subsidios para cubrir todos los
aumentos de hidrocarburos ha tenido un impacto positivo en la vida de
las personas y en la economía”.
Con sus innegables logros,
la revolución sandinista es, pues, un modelo de desarrollo económico
y social en Latinoamérica, lo cual explica el firme apoyo popular de
que goza. Es ejemplar su orientación antiimperialista y su
contribución en la búsqueda de un mundo multipolar al lado de otras
naciones progresistas y anticoloniales, lo cual ha motivado la
sistemática campaña de difamación contra su presidente, orquestada
desde Washington. Pero contra todo ello, el pueblo sabe lo que tiene,
y lo defiende, como lo ha hecho históricamente. La revolución
sandinista merece toda la
solidaridad de los hombres y mujeres progresistas del mundo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario