El simulacro en la 180 de Tlajo: Ahí viene septiembre

 

Salvador Encarnación
El Volcán/GDL

“Se les avisa que a partir de las once de la mañana vamos a efectuar un simulacro de prevención contra sismos”, algo así dijo una mujer vestida de enfermera con un chaleco fosforescente de los que usan los de protección civil. Eran las 10:40 hrs. del viernes 23 de agosto.

La fila era interminable en farmacia. Solo una persona atendía a los pacientes que hacían cola y esta llegaba hasta la cristalera de archivo. “Pa’cabarla” exclamó un señor avecindado en Zapotlán que, según su decir, lo traían “de arriba para abajo”.

Otra enfermera enfundada en un chaleco ídem repartió unas fichas para que al regresar del simulacro la fila fuera parecida. A las 11.00 hrs., puntual, sonó una alarma constipada. Casi en silencio salimos al estacionamiento, el sitio que corresponde a esa área.

“hagan filas de diez en diez” ordenó uno que parecía enfermero ahora laborando como de Protección Civil. Eran las 11:03 hrs. Todos estábamos, digamos, para estar a tono, a salvo.

¿”Por qué estarán haciendo el simulacro?” Le preguntó una señora a otra que iba a su lado: “Es que ahí viene septiembre. El mes de los temblores”. Fue la diligente respuesta.

Desde un magnavoz portátil se nos explicó, brevemente sobre la importancia de los simulacros. Eran las 11:08 hrs. Nos dieron las gracias. Todo estaba concluido.

“¡Mi papá! ¡Papaaaá! ¿Dónde está mi papaaá?” Gritó un hombre joven que no encontraba a su progenitor entre las decenas de pacientes que volvían a sus filas.