… y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos.
—
Doce Pasos y Doce Tradiciones, p. 75
Una de las palabras
claves en el Octavo Paso es la palabra todas. Yo no puedo seleccionar
unos pocos nombres para la lista e ignorar los demás. Es una lista
de todas aquellas personas a quienes he ofendido. Inmediatamente
puedo ver que este Paso supone el perdón, porque si no estoy
dispuesto a perdonar a alguien, hay muy poca probabilidad de que
ponga su nombre en la lista. Antes de escribir el primer nombre en mi
lista, rezo una pequeña oración: “Perdono a cualquiera y a todos
los que me han perjudicado en cualquier ocasión y bajo cualquier
circunstancia”. Cada vez que se dice el Padrenuestro, me resulta
muy conveniente pensar en un par de palabras muy significativas.
Estas palabras son así como. Yo pido, “Perdónanos nuestras deudas
así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”. En este caso,
así como significa, “de la misma manera”.
Pido que
se me perdone de la misma manera que yo perdono a otros. Si estoy
abrigando odio o resentimiento mientras digo esta parte de la
oración, estaré invitando más resentimientos cuando debería estar
invocando el espíritu del perdón.
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