lunes, 12 de agosto de 2024

Cólera morbus y su impacto mortal en Zapotlán

 



Fernando G. Castolo



Así como hace cuatro años tuvimos el infortunio de ser copartícipes de la gran pandemia que azotó a la humanidad, conocida como Covid-19, así mismo hace 191 años la población sufrió los embates de la epidemia del Cólera Morbus, la cual causó gran mortandad en el territorio municipal.



En el acta de Ayuntamiento del 31 de enero de 1833 se da cuenta de un comunicado del Supremo Gobierno del Estado, sobre la presencia del Cólera Morbus en el territorio de Chiapas, por lo que se exhorta a la población a que guarden las debidas medidas de salubridad, a fin de evitar tan perjudicial epidemia, y señalan: “que el oro de medalla o platina de cobre toque a la cutis preserva el contagio”.

Exhortan a que no se expenda al público pan de harinas hediondas, a que se tenga una escrupulosa limpieza en el interior de las casas, evitando basuras y aguas corrompidas, así como de otras materias capaces de infestar el aire.

Las noticias se dan muy continuas en las respectivas actas de Ayuntamiento, todas alarmantes, hasta que se llega a la correspondiente al 7 de agosto de 1833, en que se dice que la epidemia del Cólera Morbus ha comenzado en la población a causar sus estragos, por lo cual se ha conformado una Junta Patriótica de Sanidad en la cual participan el Señor Cura y el Alcalde, así como otros sacerdotes, regidores y facultativos de la medicina.






Se ha prohibido, en consecuencia, mediante un Bando Oficial, el consumo de toda clase de frutas secas, carnes secas y saladas, y pescado salado; así como las reuniones numerosas, las serenatas o fandangos en patios o calles. Se prohíbe, igualmente, el consumo de pulque y tepache, por el fermento que contienen. Y se exhorta para que los Comisarios de cada Cuartel den parte diario al Alcalde de los enfermos o muertos que haya.

Las víctimas presentaban vahídos, aturdimiento, dolor de cabeza o de estómago, frialdad del cuerpo, torzones, vasca o deposiciones; a los que se les recomendaba cocimientos endulzados con hojas de naranjo agrio, tan caliente como lo puedan tomar.






Se ha solicitado al Obispo de Guadalajara que auxilie a la población con más eclesiásticos, dado que es mucha la necesidad y pocos los ministros que hay. Y se ha ventilado la oportuna idea de generar un Campo Santo, extramuros de la ciudad, para dar cristiana sepultura a las muchas víctimas que ya ha cobrado el Cólera Morbus.

Finalmente, en el acta de Ayuntamiento del 30 de septiembre de 1833, se ventila que la asoladora epidemia del Cólera Morbus que afligió a la municipalidad, privó de la existencia a más de mil cien de sus habitantes, de todas clases y sexos, y se informa que, al parecer, se logró erradicar en la población la mortal epidemia.


Historiador e investigador.





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