El
Volcán/SSJ
A
través del COESIDA promueve la vacunación contra la hepatitis B y
la detección oportuna de la hepatitis C, para erradicarla en 2030.
Hoy está garantizado el acceso universal a tratamiento para casos
confirmados de hepatitis C.
La hepatitis viral es silenciosa,
la mayoría de las personas presentan síntomas hasta muy avanzada la
infección, manifestando insuficiencia hepática, cirrosis o cáncer
de hígado. Sin embargo, se puede evitar que las personas lleguen a
este deterioro ya que la Hepatitis B es prevenible mediante la
vacunación, en tanto que la Hepatitis C es curable, además, en
Jalisco se cuenta con un programa de atención para la erradicación
de la hepatitis viral.
Luis Alberto Ruiz Mora, Director
General del Consejo Estatal para la Prevención del Sida (COESIDA),
informó lo anterior en rueda de prensa celebrada este jueves en la
Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), donde resaltó que desde el año
2016, las hepatitis virales se consideran una amenaza para la
humanidad, por lo cual el gobierno estatal se suma al llamado de la
Organización Mundial de la Salud para eliminar durante esta década,
dichas enfermedades infecciosas.
“Tiene
un marco muy específico y es que para el año 2030 se pueda reducir
la mortalidad en más del 60 por ciento de los casos, que haya una
disminución de la incidencia de más del 90 por ciento, que estemos
enfocados a una detección en grupos vulnerables, o clave para que
para el año 2030 la incidencia la hayamos reducido a un 90 por
ciento y el último componente de esta cascada de atención es que el
80 por ciento de los casos diagnosticados hayan ya recibido
tratamiento”, mencionó el Titular de COESIDA.
“Para
2030, poner fin a las epidemias de SIDA, tuberculosis, malaria y
enfermedades tropicales desatendidas, combatir la hepatitis, las
enfermedades transmitidas por el agua y otras enfermedades
transmisibles”, dijo.
A fin de alcanzar estos objetivos el
Programa de Eliminación de Hepatitis en Jalisco consta de
estrategias concretas:
Fortalecer
la prevención de las hepatitis virales: con un enfoque de atención
primaria a la salud; con énfasis en la prevención, conciencia y
sensibilización de la población.
Promover
la vacunación contra la hepatitis B.
Detección
oportuna de la hepatitis C.
Acceso
universal a tratamiento para casos confirmados con hepatitis C y su
seguimiento médico correspondiente.
Integración
interinstitucional de acciones e información, trabajando
coordinadamente con diversas instituciones.
Estrategias
focalizadas en poblaciones más afectadas: Lo que nos permite
encaminar los recursos a atender a poblaciones en condiciones de
vulnerabilidad.
“También
hay otras infecciones de la hepatitis como es el tipo B, la cual se
puede prevenir por vacunación, tipo A, que si bien no tenemos una
vacuna totalmente distribuida en todas las regiones, si sabemos que
hay brotes y grupos clave como son los menores”, sostuvo el
especialista.
En
el tema de las hepatitis C, Ruiz Mora dijo que en el mundo hay más
de 50 millones viviendo con este padecimiento, en México alrededor
de 750 mil personas, “estamos hablando del doble de las personas
que viven con VIH, hablamos de una infección que se ha subestimado y
que trae múltiples complicaciones al igual que la hepatitis, en
donde la finalidad de tratarlas es el evitar sus complicaciones que
pueden ser irreversibles como la cirrosis, daño hepático o incluso
hasta el cáncer”.
El médico experto agregó que “El 70
por ciento de las personas que tienen las hepatitis virales,
principalmente las que tienden a una progresión como son la B y C,
puede pasar a una etapa crónica, de ahí la importancia de que la
población conozca que existen estas infecciones, que son prevenibles
y que hay una subestimación. La prevalencia en México es del .38
por ciento las personas que pueden tener hepatitis C principalmente y
que pueden ser más altas en usuarios que usan drogas inyectables, la
forma más común de trasmisión con el 60 por ciento de los casos”.
Por su parte, Gerardo Amaya Tapia, Jefe de la Unidad de VIH
Adultos del Hospital General de Occidente (HGO), explicó que las
hepatitis se trasmiten de varias formas, tanto por vía oral, a
través del consumo de agua o alimentos contaminados, como por otras
vías.
Amaya agregó que en la Hepatitis B y C el paciente
puede estar asintomático. De ahí que acudir a pruebas es muy
importante para que la gente que tiene factor de riesgo pudiera tener
la enfermedad con tratamiento. “En el HGO se han atendido un total
de 190 pacientes tratados de hepatitis B y C, de los cuales solamente
cuatro no se han curado, todos los demás, las pruebas posteriores al
tratamiento nos han demostrado que se han curado”, precisó el
médico.
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