miércoles, 31 de julio de 2024

Autlán en el corazón mismo de Zapotlán

 



Fernando G. Castolo*



I
Juan José Arreola comenta que Chucho Marín le salvó la vida a un joven brigadier que sufrió una lesión mortal en un combate militar, por el rumbo de Huejotitlán (muy cerca de la ciudad de Guadalajara). Este joven brigadier, a los pocos años, fue electo Presidente de la República; su nombre era Lázaro Cárdenas del Río.




José de Jesús Marín Preciado (Chucho) nació en la antigua Zapotlán en 1890; hijo del matrimonio formado por don Francisco Marín Palomino (rebocero y hermano del prestigioso médico zapotlense Lucas Marín Palomino) y doña Isabel Preciado Cárdenas (sobrina del rico terrateniente don Cirilo Preciado Álvarez). Muy pronto, como a muchas familias, a los Marín Preciado les quedó chico el pueblo, y emigran a Guadalajara en 1903, donde nacería el resto de la prole.


Jesús Marín, entre otras muchas cualidades, fue miembro fundador de los Servicios de Emergencia del entonces Departamento del Distrito Federal, conocidos como la Cruz Verde, en el año de 1926.


Antes, radicado aún en Guadalajara, fue electo gobernador interino de Jalisco en 1921, honroso cargo que se negó en aceptar dada su firme convicción de servicio profesional en el campo de la medicina.






II
Otros de sus hermanos, igualmente célebres, fueron Federico y Francisco, ambos médicos que colaboraron muy cercanamente con Jesús. Federico Marín, por cierto, estuvo casado con Alma América Chocano (hija del consagrado poeta peruano José Santos Chocano).

Justina y Victoria se dedicaron a la enseñanza de corte y confección de ropa. El esposo de Victoria, Martín Trechuelo, fue el autor y realizador de la unión de los Ferrocarriles Nacionales de México con el Ferrocarril Sub Pacífico, en el año de 1927. María, excelente pintora, casó con el destacado pintor tapatío Carlos Orozco Romero (hermano del gobernador jalisciense Alberto Orozco Romero).


Carmen, directora del Museo de Arte Moderno en la ciudad de México, estuvo casada con el diplomático Octavio Gabino Barreda (nieto del ilustre educador mexicano Gabino Barreda Flores). Isabel, la menor, fue arqueóloga y antropóloga, casada con el pintor austriaco Wolgfang Paalen.


Finalmente, la más famosa integrante de esta destacada familia zapotlense fue la polémica Lupe Marín, esposa del muralista Diego Rivera y amante del poeta Jorge Cuesta, de quien, por cierto, existe un libro biográfico novelado escrito por Elena Poniatowska, intitulado Dos veces única (título inspirado en el libro que escribiera nuestra paisana: La única (1931), donde narra su tormentosa relación con el famoso pintor y con el no menos famoso escritor).






III
Volviendo al histórico episodio en que nuestro coterráneo Chucho Marín auxilió al joven brigadier de una herida mortal; joven que, a la postre, llegaría a la Presidencia de la República, ahora nos resulta lógico el apoyo que, para culminar las obras materiales del Mercado Municipal, realizara Lázaro Cárdenas del Río. En una visita que el mandatario hizo a Ciudad Guzmán (la tierra nativa de su salvador Chucho), ofreció su ayuda incondicional para aventajar las obras del recinto comercial.

Era el año de 1939 y solamente faltaba techar el Mercado. Entonces, Cárdenas del Río ofreció su auxilio obsequiando las respectivas vigas; a cambio, solicitó un único favor: que el Mercado Municipal llevara el nombre de su admirado amigo de batallas revolucionarias Paulino Navarro.


Y es que, el autlense personaje, pereció en aquella batalla, que tuvo verificativo el 23 de diciembre de 1923; batalla, recordemos, en que Lázaro Cárdenas resultó gravemente herido. Por esa razón, nuestro Mercado Municipal se llama, desde 1939 en que fue terminado, Paulino Navarro. En ese mismo año, a su pueblo natal se le rebautiza como Autlán de Navarro (mismo que, recientemente, ostenta de nueva cuenta su primitivo nombre: Autlán de la Grana).






IV
La primera piedra, con que dieron inicio las obras de este inmueble, se depositó en 1913, gracias al impulso del rico hacendado y médico de profesión don Eustaquio Mendoza Ruiz. Al tiempo en que llegó don Lázaro Cárdenas del Río, quien encabezaba la respectiva comisión pro Construcción del Mercado era el empresario papelero don Salvador Fuentes Trujillo (hermano del célebre violinista don Aurelio Fuentes Trujillo y tío del no menos célebre Rubén Fuentes Gasson).

Don Vicente Preciado Zacarías recordaba que Lázaro Cárdenas también nos apoyó con múltiples libros para conformar la Biblioteca Pública Municipal. Llegaron en un vagón del tren. Entonces, el municipio dispuso de varios trabajadores quienes, en carretillas, trasladaron los libros de la estación de los ferrocarriles hasta la Presidencia. A esta biblioteca se le impuso el nombre de “Mauro Velasco”, personaje que también conoció al general y con quien entabló una respetuosa relación.


Indirectamente, estas acciones que Lázaro Cárdenas realizó en beneficio de los guzmanenses, se lo debemos a nuestro ilustre coterráneo Chucho Marín, cuya oportuna intervención médica le salvó la vida a quien sería Presidente de la República. A cambio, tenemos, por su sugerencia, un homenaje permanente al ilustre autlense Paulino Navarro, cuyo nombre enarbola el inmueble destinado al comercio en el corazón mismo de la antigua Zapotlán.





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