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jueves, 6 de junio de 2024

Voto por Voto


 

Salvador Encarnación

 

 

La pérdida electoral de Xóchitl Gálvez no fue noticia. Desde el inicio la acompañó el tufo de la derrota. Quizá por ahí unos destellos triunfalistas en los primeros días y no más. Las encuestas notificaron, a diestra y siniestra, su parálisis política causada por sus yerros de imagen y comunicación. Veinte puntos, en promedio, la separaron siempre de la puntera que se agrandaron el 2 de junio a más de treinta y la dejaron fuera de la silla presidencial. “Paliza” la calificó un comentarista de televisión.




            Yerros de todo tipo acompañaron a la señora Gálvez que denotaron, en conjunto, una novatez imperdonable. Los tres partidos coaligados, PRI, PAN y PRD, con el lema “Fuerza y corazón por México”, los más viejos en la política mexicana, estuvieron explicando, cada paso de Gálvez Ruiz; y eso no es posible. Hasta la caída de una silla padeció la ahora excandidata. Y los chicles, sus bailes, su risa nerviosa, el teleprónter, el escudo nacional de cabeza…  Pero quizá el yerro más imprudente fue el colocar, en primer lugar, a los representantes de la vieja política: Alejandro Moreno (PRI), Marko Cortés (PAN) y Jesús Zambrano (PRD), como candidato a senadores plurinominales.


            La “paliza” fue la verdadera noticia. Para disimularla, contenerla, disminuirla o lo que sea, salió Xóchitl minutos después de cerradas las casillas a proclamar su triunfo vía televisión. Nadie le creyó a pesar de la alegría que desbordaban los rostros de sus acompañantes. “Está claro que ya ganamos”, fueron las palabras contundentes que desbordaron los: ¡Presidenta! ¡Presidenta!




Ya de noche, ante la tardanza del INE para notificar los resultados del PREP, Xóchitl (otra vez) anunció en su cuenta de X: “Quieren que te vayas a dormir creyendo que te ganaron. Mienten como siempre”. ¿Cómo siempre? Ella, la defensora del INE, ahora le atesta un golpe. Se toca o no se toca el INE, es la pregunta. ¿O por quién sí y por quién no?   Por fin, Guadalupe Taddei, la presidenta del INE, dio los resultados en rangos, que enfriaron las gargantas xochiltecas: Claudia, 58.3 al 60.7 %. Xóchitl, del 26.6 al 28.6 % y Jorge del 9.9 al 10.8 %, de los votos emitidos.


 El clamor de 2006, “Voto por voto. Casilla por casilla”, que hizo caso omiso el IFE (1990—2014) bajo el gobierno de Vicente Fox (éste sumado confeso —desde entonces— contra López Obrador), ahora en 2024, ese clamor ya Constitucional, es invocado, a la mala, por la Coalición “Fuerza y corazón…” El otrora amado INE salió en defensa propia; los organizadores de la Marea Rosa (sociedad civil sólo para ellos) lo estaban agrediendo. Xóchitl (otra vez), amagó con impugnar la elección.


El recuento, a decir por Martín Faz, consejero del INE, están dando “una solidez técnica”, comparados con los resultados del PREP. Es jueves a la hora de escribir estas líneas y con el 99.7% de actas computadas en el INE, los resultados son los siguientes: Claudia 59.7%, Xóchitl 27.4% y Jorge 10.3%. En conferencia de prensa, el senador Ricardo Monreal por MORENA, también notificó los resultados. Él cerró con la siguiente frase: “Ganamos. Y ganamos a la buena”.




             Toda democracia es perfectible. Un punto a analizar es el propagar o emitir datos falsos. Eso engaña al electorado. Y los candidatos y sus allegados los emiten sin misericordia. Obligarlos a comprobar en un periodo corto, quizá 72 horas o dentro del periodo de campañas, cuando más.   


Para sumar los 35 millones de votos se necesitó que ciudadanos de todos los estratos sociales apoyaran a Claudia. La coalición “Fuerza y corazón por México” tendrá que hacer una profunda revisión y aprender de su derrota. Y no como hasta ahora lo han hecho: culpando al otro. 

  

 

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