Salvador Encarnación
Desde
La Croix, municipio de San Gabriel, Jalisco, llega a manera de regalo, la
plaqueta: Antigua nota de color referente
a la villa de San Gabriel, Jalisco, escrita por José Luis Rivera González.
Es una indagación documental sobre la nota periodística: “Muerte de una
centenaria”, publicada en el diario El
Partido Liberal, con fecha 19 de diciembre de 1889 en la ahora Ciudad de
México.
La nota, en sí es liviana en su buen decir. Es de las
que permiten cerrar una edición, y por lo tanto narran aspectos agradables,
sencillos y que no pierden vigencia. Los antiguos redactores tenían carpetas llenas
con este tipo de notas salvadoras. Todo parece indicar que la nota sobre la
sangabrielense es de ese tipo.
El periodista, de apellido Villada, informa la muerte
de la señora Dorotea Guerrero, a la edad de ciento dos años en la villa de San
Gabriel. Agrega el año de su nacimiento:
1787. Y eso es todo. Para hacer importante la nota, sostiene que el día de la
proclamación de la Independencia de México, ella contaba con 23 años. Y por lo
tanto, si hubiera sido hombre, quizá habría acompañado al cura Hidalgo. Y más. Ella
le hubiera sobrevivido 78 años al prócer. (Recordemos que a Hidalgo lo
fusilaron en Chihuahua en 1811.) Es de
notar que son más importantes los supuestos que las verdades.
José Luis Rivera, oriundo de San Gabriel, la tierra
rulfiana, se dedicó a investigar en los archivos la autenticidad del personaje
y en consecuencia, la veracidad de la nota. Y aquí inicia el calvario. Encontró
en las defunciones (1889) a una señora de nombre Dorotea Guerrero que murió a
la edad de 107 años. Cinco más que la citada. Y un dato aledaño, el apellido
materno es Montaño; este segundo apellido no lo registra el periódico. En el
archivo parroquial está una fe de bautismo que corresponde a Dorotea de Jesús
(nombre completo) y que nació el 6 de febrero de 1779 (bautizada el día 13 del
mismo mes y año). Fue hija, según el acta, de Gerónimo Guerrero y de María
Petrona.
En la investigación, el autor aclara que los nombres
de los padres de doña Dorotea fueron Gerónimo Guerrero Díaz y doña Antonia
Petrona Nava Serano. Por lo tanto se suma otro problema: el apellido materno es
Nava y ya se tienen dos personajes que rondan por las mismas fechas.
Rivera
González investigó a los personajes que intervienen en las actas encontradas:
las de defunción, bautismo y matrimonio. Por ello se nos informa de las
actividades a que se dedicaban.
La indagación concluye que no se puede precisar cuál
de las dos centenarias mujeres es a la que se refiere el periódico. Aunque en
la portada se registra el apellido de Montaño. Eso sugiere (¿será?) que el
autor se inclina por la primera dama registrada.
Este trabajo ejemplifica la tarea de campo de la
investigación documental: Los datos periodísticos son en muchos casos
imprecisos; de ahí la importancia del autor del texto. La falta de un dato, en
este caso el apellido materno, hace que el universo de posibilidades se
expanda. Y las fechas, esas que se deben de revisar con rigor.
“Si hubiera sido hombre…” Escribe el periodista y con
esto refleja una época donde los aspectos bélicos estaban reservados para un
sólo género. Cien años después, las mujeres fueron importantes en la Revolución
Mexicana.
Esta plaqueta, de 32 páginas, anexa la bibliografía
consultada, en su mayoría los archivos parroquiales, los libros de los
cronistas de San Gabriel, el infaltable Familysearch
y el apellido, más iniciales del periodista que escribió la nota, Villada, J.V.
Esta plaqueta impresa de forma artesanal, sencilla y
limpia, con un tiro de 13 ejemplares, es quizá la primera que sale en La Croix.
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